He de confesar que lo descubrí por casualidad, no sé si en uno de los random de spotify o de youtube, pero el caso es que me he enganchado a Rafa Pons. Es muy posible que muchos de vosotros no hayáis oído hablar de él, pero aquí está Musiqueando para descubriros música de la buena.

Malandar abría sus puertas a las 21.30 para recibir al de la Ciudad Condal. No hubo llenazo. Sigo sin entenderlo, pero al menos los que estábamos sabíamos que íbamos a pasar un buen rato. Pons está de gira con su último trabajo: Disimula. Un disco lleno de letras que hablan de amor, desamor y diferentes situaciones en la vida de este cantautor canalla, sí, sí, porque tiene su toquecito de picaresca el muchacho, para qué negarlo. Quizá eso sea lo que tanto engancha, que no es uno de esos que coge la guitarra y se dedica a cantar penas…

El caso es que nos juntamos unas 100 personas y empezó a contarnos sus problemas con Las demás para iniciar su repaso, no sólo por su último trabajo, sino también por los anteriores, que tienen mucho tirón entre su público. Confesó con El último pedazo del pastel que tiene arte para destrozarse sin dejar de sonreír en toda la noche y nos contó esa historia de amor descafeinado pero seguro del que vive en Libertad. Tras un inciso para saludar al respetable, nos explicó que suele hacer siempre las típicas canciones de “vaya putada, me han dejado” pero que un día decidió hacer la excepción con Amores binarios y narrar la historia del que deja.

Volvimos a los inicios de Pons con Nieve en la ventana y Algo de tiempo, con ese estribillo tan pegadizo que dice “pelota, punto, partido, se acabó, se finito. Un tiro que iba hacia el agua me ha tocado y hundido”, para acto seguido asegurarnos que los vegetarianos pasan hambre y que los cantautores bailan las canciones del verano como todo hijo de vecino en Olvídate de ti. Llegaba el momento de uno de los temas que más me gusta: Supongo. Si no lo habéis escuchado, ¡buscadlo! La colaboración con Aurora Beltrán de Tahures Zurdos en esta canción es un puntazo, la mezcla de sus voces es genial. Escuchadla.

Regresamos a su nuevo disco y a Buenos Aires, para confesarnos que metió la pata durante mucho tiempo cuando su chica le preguntaba en qué estaba pensando hasta que se le ocurrió responder En ti. Invitó al escenario a Dani Matas y Leslie Jordan para interpretar Puntos negros y hacernos expertos del corazón en No te jode. Ajustamos nuestros biorritmos a los acordes de Que pasen cosas y nos vinimos arriba con Estupenda para comenzar a anunciar el fin de la noche con Bobo, pero bueno, también nos advirtió que si uno sólo de los allí presentes pedía otra, no se haría de rogar.

Así fue. Los bises comenzaron con La fiesta en paz y nos regaló una noche de farra con La mosso. Como es algo habitual en sus conciertos bailamos la coreo de Mala puta, en la que extrañamente no pidió voluntarias para subir al escenario, una práctica de lo más normal en sus conciertos y terminamos la noche gritando a pleno pulmón Voy persiguiendo la luna, eso sí, con muchas ganas de volver a verlo pronto por aquí