El espectáculo de “Azabache 20 años” en la plaza de Toros de Málaga empezó sobre las diez de la noche. En la espera se notaba la ilusión de transportarnos a tiempos mejores, de otro siglo, sabiendo que era casi imposible superar el reto del 92, pero con ganas de ver y reinterpretar nuestros años de bonanza, en artistas que han impregnado con su sello personal formas nuevas de entender la copla.
Pasión Vega, Diana Navarro, Pastora Soler, Manuel Lombo junto con la banda sinfónica del Aljarafe dirigida por José Miguel Evora, nos hicieron recordar a Rocío Jurado, Juanita Reina, Imperio Argentina, Nati Mistral y María Vidal.
El espectáculo lo abrió Pasión Vega y sorprendió al púbico con “Suspiros de España” vestida de rojo con sombrero cordobés. Más tarde “Ojos verdes” , luego “Tatuaje”, derrochó sensualidad recreándose en el tango argentino e hizo suya una canción que triunfó en su ciudad natal con Juanita Reina , luego llegarían “ Y sin embargo te quiero” y “ Francisco Alegre”.
Diana Navarro destacó por su puesta en escena, comenzó con “Carmen de España”, “La violetera”, “María de la O” , “Tientos del cariño” donde demostró su tremenda voz haciendo una versión muy personal que gustó mucho al público de la malagueta.
La fuerza llego de la mano de Pastora Soler que protagonizó “ La Lola se va a los puertos”, “Trinía”, “Cinco Farolas”, “Un rojo clave”. Ella hizo especial el recuerdo a Rocío Jurado con el “ Que no daría yo”. Nos dio uno de los grandes momentos de la noche.
Manuel Lombo comenzó su repertorio con “Señorío” cambiando la letra y ajustándola al publico de Málaga , que consiguió poner en pie . Luego se quito el traje, y con camisa blanca, tirantes y pañuelo al cuello cantó “Ruedas de molino”. Luego llegaría “La lirio”,“ Antonio Vargas Heredia” acompañado solo de la guitarra flamenca y percusión y más tarde “Capote de Grana y Oro”.
Un bonito espectáculo de casi tres horas que no defraudó, termino al igual que empezó con “Suspiros de España” con cuatros artistas diferentes, que llevan a gala el reconocimiento de públicos tradicionales y contemporáneos.
La organización en cambio dejo mucho que desear, hubo quejas reales por falta de visibilidad y atención a un público mayor que necesitaba una mejor atención al difícil acceso que siempre tiene una plazas de toros.
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