La noche del 21 de Febrero de 2015 estaba señalada como una noche especial, una noche de Aniversario del grupo Alameda. Ni más ni menos que el 35ºAniversario.
Y es que hace 35 años el que escribe era apenas un recién nacido que, sin embargo, fue creciendo acompañado de sones de esas canciones que de Alameda se filtraban entre los temas más populares de Triana que escuchaba mi padre en casa en cassette y que luego llevaba a su guitarra para contentarme a modo de nana y de banda sonora de mi niñez.
En un formato acústico y un relleno de samples que quitaban frescura y realismo al directo se presentaron sobre el escenario de la sala Malandar con algo más de medio aforo de un público contemporáneo a la banda en su mayoría que evidenciaban su falta de costumbre reciente en salas de conciertos.
Apareció Pepe Roca, el único de los integrantes fundadores de Alameda sobre el escenario, que con su voz enraizada y al llegar al segundo tema del repertorio, Noche Andaluza, ya había disipado cualquier atisbo de duda de lo especial de la noche. Trató de compensar carencia de banda con una interpretación auténtica en un setlist que incluyó varios temas de sus admirados y comparados Triana como fueron Tu frialdad o Una noche de amor desesperada.
Pepe auxiliado en voz por su compañera Toñi García (que ya fuera habitual en las clásicas formaciones de la banda) consiguió momentos realmente íntimos como Aires de Alameda o su personal revisión de La bien pagá junto con la ambiciosa empresa de poner en pie la exigente La Leyenda del tiempo de Camarón.
Dicharachero y con una sonrisa de oreja a oreja, Pepe aludió al ninguneo que sufre el rockandaluz y nos despidió con la declaración de amor contenida en Cada vez que te miro.
No seré yo quien ningunee la música que mecía mi cuna, sirva esta crónica para avivar esa memoria histórica. Aquí queda.