Minutos antes del concierto, la cola fuera del Gran Teatro Falla no era demasiado extensa. Aquello me sorprendió bastante, pues pensaba que Rosario tenía a más gente detrás de la que incluso aparentaba. Y más en una ciudad como Cádiz. Pero la gente se empezó a acercar poco a poco. Comprobé que la mayoría del público compró las entradas minutos antes.



El concierto comenzó 6 minutos más tarde de lo previsto, a las 21.06h. No esperaba una noche repleta de sorpresas en forma de canciones. Incluso yo, alguien no acostumbrado a la música de este estilo, disfruté mucho escuchando las canciones más conocidas de la artista.



Tras el primer tema, saludó al Teatro y dedicó unas palabras a sus primeros años de su vida. Se crió en Jerez y estaba muy emocionada por estar en Cádiz. Continuó con temas como Tu ausencia, Te quiero vida mía, Llamemos al pescailla o Algo de mí.



Más tarde presentó a su vida, de entre los que se encuentran Diana, Nacho o Josepe, además de una corista que acompañaba a Rosario.

Durante la noche, se arrodilló un par de veces en el escenario, no paraba de agradecer al público y de recordar su infancia por tierras gaditanas, de recordar a su abuela y a su madre, y cómo no a su hermano Antonio, al que dedicó un tema que le compuso hace muchos años Qué bonito. Fue el momento más emocionante de la noche, sin duda.



Rosario se encontraba muy a gusto con el público del recinto, y confesó que quería morirse “con las botas puestas”, que para lo único que vivía era para “cantar y bailar” y que no quería dejar de hacerlo hasta el día de su muerte. También comentó que muy cerca de ella se encontraba su hijo pequeño, al que pudimos ver en un palco muy cerca del escenario, y al que dedicó el tema Ese beso. Por último, informó de que pasaría unos días en su casa de Cádiz, de vacaciones, junto a su hijo.
 



Casi al finalizar el concierto, y antes de la “falsa despedida” habitual en los conciertos, Rosario se ausentó unos minutos para tomar un respiro mientras su corista aprovechaba para abrir boca al siguiente tema, Quiero cantar, un tema bastante soul que, sin duda, fue el tema que más me gustó y el que más disfruté.



Y tras el archiconocido No dudaría, se despidió del público, que acabó en pie aplaudiendo a la artista jerezana. Solo unos segundos duraron los gritos de “otra, otra”, porque los músico y Rosario volvieron a salir al escenario para tocar Algo contigo. Pero el público había estado coreando toda la noche “marcha, marcha; queremos marcha, marcha”. Y así fue, Rosario se despidió definitivamente con el tema Queremos Marcha.

La noche se hizo muy amena, el público ovacionó a la cantante hasta la saciedad y se despidió entre aplausos y todo el Falla en pie, no sin antes darse un baño de masas al pie del escenario, donde besó y abrazó a algunos fans.