Si en el debe hay que poner que vocalmente no tienen la fuerza de sus inicios ni las últimas canciones enganchan como las primeras (exceptuémos Mi primer día) lo cierto y verdad es que nos pusieron a todos a bailar…a bailar y a sonreir. Traidor, De momento o Se ven venir se disfrutaron enormemente dejando a las claras que su fórmula es de éxito y contagiosa.

Y la cosa seguía fuerte con Corizonas. No sé a quién se le ocurriría juntar en el escenario a Arizona Baby y Los Coronas pero el resultado no puede ser más atractivo. De aires surferos pasábamos al rock americano casi sin tiempo de coger aire y a través de un nivel muscial más que notabley autenticidad.

Con O´Funkillo se notó eso del paisanaje. Su música a veces lírica, a veces "embrutessía" conecta con la gente de aquí y eso se nota. Fue bueno celebrar que siguen de actualidad y en buena forma. Gustó su personal guiño a Pata Negra con Pata Palo y en general resulto uno de los conciertos más intensos de todo el Festival.

Los que aún no conocen a Fuel Fandango (que ya serán pocos)  se siguen sorprendiendo de ese dúo electro-folclórico de Alex y Nita que, una vez más, volvió a comerse el escenario. Con más músicos de los habituales para la ocasión y la puesta de largo de su nuevo disco Trece Lunas su actuación tuvo algún que otro desacople aunque Shiny Soul o Engine fueron ideales para que el ritmo no decayera.

Pero Depedro tenía otros planes para nosotros. Apoyado en la valla en primera fila disfruté con sensibilidad su propuesta fronteriza y de una voz sensible y empática. Un oasis de canciones con sentimientos y arpegios de guitarras transportandonos a lugares lejanos de allí.

Quizás el horario de Hola a todo el mundo chirriaba un poco para disfrutar de su propuesta en clave de folk así que sin más dilación nos fuimos a la sesión que 2many Dj´s nos tenían preparadas.

Y qué sorpresa cuando el grito de Jú Já de Chimo Bayo sonó en el recinto para alegría de los de nuestra generación en clave nostálgica. Otro momento destacado fue cuando pincharon Kids de MGMT y en general mantuvieron un ritmo alto y propicio para no dejar de bailar.

Sin más nos fuimos, exhaustos tras darlo todo y deseando que el año que viene haya una nueva edición y lo volvamos a contar. Primero lo primero…luego si nos gusta más o menos el cartel pues que haya debate pero sin Territorios no hay debate. Felicidades a todos los que lo hacen posible y al público que contestó con rotunda presencia a la llamada de la música en Sevilla.