Y Primavera fue una de las palabras más nombradas en una noche que comenzamos con poco público (nada hacía presagiar la gran afluencia final de ambos días) y ya veréis el porqué…
Emiliano Domínguez "Zapata" que es como se llama artísitcamente al hijo del afamado cantaor flamenco "El Cabrero" nos dio la bienvenida musical en clave de rock andaluz y con preciosas letras de versos de Mario Benedeti o Machado entre otros. La suya es una propuesta más que interesante que a la vez consigue transmitir personalidad. Los presentes aprobábamos con buen gusto este recibimiento.
Repartiendo nuestro tiempo entre el show que se marcaban los Duo Kie en el escenario 1 y la buena pinta que tiene el estilo de All the glory entre avituallamientos varios fue la voz de la malagueña Anni B. Sweet quien consiguó finalmente retenernos frente a su escenario. La calidez y cercanía de su puesta en escena supuso una especie de oasis entre bases y amplificadores a tope que ya se hacían notar en el siempre maravilloso reconto del Monasterio de la Cartuja. Con el batería de Vetusta Morla en la percusión cortando el frío que aquella noche nos sorprendía nos dejamos llevar por ese mundo de percepciones que siempre te deja un concierto de Anni B. Sweet.
Con Antonio Smash nos reencontrábamos con historia viva de la música de Sevilla. Con cuidada técnica y suficiente atención por nuestra parte disfrutamos de algunas de las canciones que componen su último disco "Balas de amor" conjugando contemporaneidad y nostalgia a partes iguales.
Había ganas de fiesta. El precalentamiento ya estaba hecho…y necesitábamos volver a creer en la Primavera. Fue entonces cuando llegó el Canijo de Jerez .Aunque su disco en solitario no dista mucho de lo que hacía en su etapa como Delinqüentes el público esperaba esos pequeños homenajes que caben esperar de él. De esta guisa sonaron Pirata del estrecho, el Aire de la Calle o La primavera trompetera para deleite y saltos de quienes allí nos encontrábamos…que no éramos pocos.
Como la movilidad ya se hacía algo más complicada por la cantidad de gente en el recinto decidimos continuar de fiesta, de fiesta primaveral…con Albertucho. El Capitán Cobarde salió igual de entonado que los que allí estábamos y nos dio justamente lo que queríamos. El pisito, La persiana o su bien entendida forma de ver La Primavera sevillana acabó con nuestras reservas energéticas en la ya entrada madrugada.
No podíamos despedirnos sin catar uno de los platos fuertes del cartel (probablemente el que más), Fat Boy Slim . Su sesión con más de un hit reconocible a un volumen que seguimos escuchando y nos acompañó en el camino de regreso a casa cumplió con las expectativas de su público
Fotografías: Alberto Ferraris