No fue justo hace un año, cosas del capricho del calendario, pero sí un martes de Feria cuando quien os escribe y un por entonces recién iniciado en la producción musical Antonio Romero se ponían cara y convenían una primera entrevista como antesala de lo que a la postre fue un exitoso camino y ciclo de concierto Livetheroof. Hoy hemos rememorado dicho encuentro en una entrevista en la que pasado, presente y futuro se entremezclan entre preguntas y respuestas:
– Tras un año desde el nacimiento de Livetheroof ¿qué balance harías?
Un balance bastante positivo ya que partimos de una idea prácticamente amateur que en cuestión de un año se ha convertido en algo más profesional con el nacimiento de Spyro Music y empleando todas las herramientas de la produtora para llevar a cabo el ciclo.
– ¿Cómo afrontas la nueva temporada Livetheroof 2012?
Pues si el año pasado la afrontaba con ilusión e incertidumbre lo cierto es que este año la ilusión aumenta al ver que el «niño» va creciendo y con ganas de mejorar el nivel tanto en artistas como en organización así cómo ir expandiéndonos por otras ciudades.
– A Livetheroof han ido saliéndole «hermanitos»…¿en qué otros proyectos se encuentro inmerso Antonio Romero?
Aparte de Livetheroof me encuentro inmerso en Spyro Music, la productora que comparto con Alberto Cañizares y Miquel Peris y otros proyectos como Surface Festival, diferentes salas en las que programamos como La Caja Negra, Casino o Aquarium. Además soy manager de Kenedy, uno de los proyectos más ilusionante que tengo este año, e independientemente a Spyro llevo la plataforma Defestivales con la que organizo viajes a los principales festivales del país.
Como último proyecto estoy embarcado en una banda nueva, Full, que tendremos la suerte de verlos este año en Territorios Sevilla.
– Habrá habido reacciones de lo más dispares en cuanto a los artistas tras su paso por la experiencia Livetheroof, ¿qué nos puedes contar al respecto?
Shuarma el otro día se sorprendió particularmente de las vistas y el entorno de la Casa de la Provincia. Del año pasado te daría tres nombres por diferentes aspectos:
Recuerdo que Albertucho me reconocía que se encontraba nervioso al estar ante tan pocas personas y que para él, con quien nos estrenamos, fue cómo volver a los inicios y muy gratificante.
Por conexión con el público me quedaría con Los Aslandticos. Tanto en Sevilla como en Málaga hiceron que el público se levantara y bailara con una conexión total.
Y por esfuerzo y disponibilidad, Fuel Fandango que estuvieron dos veces, a pesar de una suspensión por lluvia. Demostraron profesionalidad y humanidad al cien por cien a pesar del ascenso meteórico que han experimentado en este último año. Es un placer tratar con gente así.
– Tras diversos trámites y barreras que encontrásteis ¿se encuentra Livetheroof actualmente con una fórmula estable y una ubicación definida?
Ubicación nunca. Si algo tenemos claro es que no nos posicionaremos en un sitio concreto, no queremos ser una sala de conciertos. La idea es que la gente pueda disfrutar de diferentes espacios ofreciendo diferentes vistas de cada ciudad.
Como fórmula estable sí contamos con apoyo institucional en ciudades como Sevilla y Málaga y en cualquier caso siempre intentamos minimizar las posibles molestias a vecinos o al entorno que Livetheroof pudiera ocasionar cumpliendo normativa en cuanto a decibelios,horarios, etc…
– ¿Estamos un año más cerca de cumplir tu sueño y disfrutar de Manolo García en un Livetheroof?
Yo creo que puede ser posible. Este año tuve la suerte de que una amiga mía, Patricia, me metiera en el Teatro Quintero y en camerinos poder conocerlo. Tras hablar sobre Livetheroof con su road manager y conociendo la pasión de Manolo García con la pintura y la fotografía, es posible que produtora y agencia no vieran con malos ojos la idea. Un poquito más cerca que el año pasado seguro que estamos.
-Y la última pregunta, Antonio, ¿qué le dirías a quién nos lee y que aún no haya vivido la experiencia Livetheroof?
Principalmente que nuestro diferencial respecto a cualquier otro concierto son: lugares de ensueño con vistas espectaculares, artistas a medio metro a quien poder conocer tras el concierto, aforo reducido y en resumidas cuentas una experiencia que merece la pena ser vivida.