Resulta fácil imaginarse con un disco como este que tras él hay una banda con muchísima energía, con cierta rabia que les lleva a crear temas inquietos con buenísimas guitarras y conceptualmente con una atracción inexplicable.
Los de Motril se empapan del buen rock granaíno modernizando con teclados y oscureciendo un par de tonos una paleta imaginaria de color musical. Las guitarras se hacen imprescindibles para marcar los tiempos y jugar con nuestra imaginación a su antojo.
"Caja de sorpresas", "el corredor de fondo" o "enormes consecuencias" destacan por ser cañeras y por sus letras de gran nivel que no pasan desapercibidas. Con colaboraciones como las de Raúl Bernal o Antonio Arias el disco gana en empaque. Las intros son más que notables, tómese "el poblado" de ejemplo y la visita a los terrenos de la acústica y de la sensibilidad en "la última alianza" pasa como uno de los momenots grandes del disco.
Con cierta complejidad estructural y en la lírica, Laberintho B demuestran su capacidad por conjugar todas sus virtudes sin escatimar en energías y mostrarlas en forma de canciones y finalmente en forma de este "La visión del francotirador".