Sábado 15 de Diciembre. Sevilla. Sold out. Supersubmarina llegaban directos desde la capital madrileña tras reventar La Riviera dos días seguidos, con sold out incluido, para deleitarnos durante dos días seguidos con su música.
A pesar del mal tiempo, la multitud empezó a reunirse en los alrededores de la Sala Custom desde tempranas horas de la tarde, muchos incluso repitiendo un día después del primer concierto de los dos que nos ofrecieron los jienenses este fin de semana en la capital hispalense. Su lp Santacruz supuso hace unos meses su consolidación dentro del panorama musical y llegaban dispuestos a demostrar los motivos por los que las entradas agotadas son ya un ritual en sus conciertos.
La Sala Custom se convertía en un fin del mundo adelantado. En torno a las diez y cuarto de la noche, el quinteto salía a escena ante una sala a reventar, impaciente y que enloqueció al ver las siluetas de los cinco chicos aparecer entre el humo. Para dormir cuando no estés fue la canción elegida para abrir el concierto, conectando así desde el primer momento con un público que acompañaría a Chino, el vocalista, durante todo el concierto. Una canción lenta de su último disco, pero que en directo gana toda la frescura y los ritmos eléctricos característicos del grupo. Rápidamente y sin ningún tipo de presentación, tocaba el turno de la niña bonita: Ana, canción que continuó con El baile de los muertos. Comienzo tranquilo de concierto para el sucesivo éxtasis al que seríamos sometidos durante todo el concierto.
Era el turno de LN Granada y con este tema llegaría uno de los momentos cúlmenes de la noche, Chino cambiaría el nombre por LN Sevilla y entre acordes cargados de electricidad el grupo se dejaría la piel entre el Sacromonte y la Giralda, para deleitarnos con esta versión tan impredecible y atípica en la que ‘Las estrellas nos giraldan al pasar’. En esta atmósfera de euforia y simbiosis perfecta entre el grupo y el público sevillano continuarían con Tu saeta y El encuentro, una de las más coreadas de toda la noche, seguida de Canción de guerra en la que pudimos ver a un Javier Serrano deleitarnos con su energía al teclado, energía que no concluyó en ningún momento del concierto y demostrando el gran acierto del grupo al incorporarlo en su último disco. Con Pequeña de las dudas infinitas llegaría un momento de relax en medio de la vorágine de bailes y saltos sin descanso. Sin embargo, poco duraría, ya que llegaría el momento de Supersubmarina y la bailable Tecnicolor. Ni siquiera la dificultad del ritmo de Hogueras hizo al público dejar de acompañar a Chino en los coros. Continuando con las canciones de Santacruz, le siguieron Cometas y el nombre que le da título Santacruz.
El ambiente se electrificaba con los acordes de Ola de calor seguida inmediatamente por los primeros riffs de En mis venas. Tras el bis, llegaría el turno de una canción muy querida por el público, Kevin McCallister, la que es en palabras del mismo Chino la verdadera historia de Kevin. La vibrante Hermética dejaría paso a los bichos del 21 con el tema XXI.El concierto estaba llegando a su final, pero aún quedaban canciones como la emotiva Niebla, que para deletite del público acabó con un Chino acompañando al público en los coros y no al revés para enlazarla directamente con la potente Puta vida. Entre los agradecimientos de Chino en nombre del grupo, llegaba la hora Cientocero y con esto unos Supersubmarina plétoricos se despedían entre gritos y aplausos de un público que supieron meterse en el bolsillo desde los primeros acordes del concierto. Los jienenses demostraron una vez más que son algo más que un grupo revelación y que queda Supersubmarina para rato y que el techo únicamente lo ponen ellos.
