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KTULU + FALSOS PROFETAS EN LA PALO PALO DE MARINALEDA

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16/4/10 Palo Palo, Marinaleda, Sevilla.

La sala Palo Palo lleva funcionando desde hace un buen tiempo, pero aún no había tenido la oportunidad de desplazarme hasta el popular pueblo de Marinaleda (en Sevilla, pero muy próximo a la frontera con la provincia de Córdoba) donde se ubica el recinto.

Así pues, decidí apuntarme al concierto de los catalanes Ktulu y de los andaluces Falsos Profetas para, de paso, conocer también la Palo Palo.

Y comenzaré hablando de la propia sala. Un lugar magnífico para disfrutar de la música y donde la acústica es A-CO-JO-NAN-TE; con todas las sílabas. Es, sin duda, uno de los lugares (cerrados) con un mejor sonido en los que he podido gozar de un concierto. El sitio no es demasiado grande, pero suficiente para un aforo considerable. Además, cuenta con una entreplanta que se puede habilitar para eventos más multitudinarios, según me comentaron.

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Por supuesto, hay una barra donde poder consumir los respectivos cubatas, cervezas o refrescos a unos precios muy módicos. E incluso una zona Wifi gratuita, para los adictos a la red.

 

En fin, un lugar muy acogedor y, además, situado en una plaza donde no se puede molestar a los vecinos, de tal manera que es posible alargar la noche tras el concierto escuchando música, charlando o tomándose una copa.

 

En todo caso, y como digo, su máximo valor reside en la fenomenal acústica que permite degustar toda la música que sale del escenario. Un lugar, sin duda, a tener muy en cuenta. Y esto no es que lo diga sólo yo. El gran número de artistas nacionales e internacionales que ya han pasado por la Palo Palo, así lo atestiguan.

 

Aquí os dejamos la dirección de la web para que le echéis un vistazo: http://www.palopalo.es

 

Bueno, y pasando ya a lo que fue el concierto en sí, empezamos por Falsos Profetas. Esta banda es oriunda de Écija (Sevilla) y Almería y está compuesta por tres músicos muy influenciados por el Rock, el Heavy y el Thrash más clásicos.

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El recital comenzó a la medianoche en punto y desde ese momento dieron muestra de gran maestría a la hora de tocar Thrash de la vieja escuela, con bastantes reminiscencias al Heavy clásico de los 80’s. Unos punteos muy currados y una peculiar voz grave también ayudaron para que el público fuese implicándose cada vez más con el grupo, hasta conseguir convertir el foro de espectadores en toda una fiesta.

 

El recital comenzó con el tema “Atrapado”, que es también el que da comienzo al único CD editado por la banda (“La Profecía De Los 20 Años”). Este álbum representó, por supuesto, el grueso de la actuación, aunque también hubo tiempo para algún tema extra.

 

El siguiente corte fue “Polvo Blanco”, que continuó con la banda sonando contundente y agresiva, con unas guitarras que se salían y que lo harían durante toda la noche. Y es que los riffs y, sobre todo, los solos dieron un gran valor a la música de estos chicos. Así se pudo apreciar también con el siguiente “Drogas No”. Esta canción es la que da fin al álbum de la banda, aunque en este concierto no hacía más que, prácticamente, arrancar.

 

Así también se iba viendo cómo el público se acercaba e integraba en el espectáculo y cómo la banda se veía cada vez más arropada por los asistentes.

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Como decía, la base de su música era eminentemente Thrash, aunque con bastantes ramarazos puramente Heavys e incluso Rock y algo de Punk, que quedaban muy bien. “3ª Profecía: Armagedón” o “Lucifer” daban cuenta de esto y continuaban con una tendencia musical a base de un gran doble bombo por parte de su batería Luis González, una buena base rítmica con el bajo de Kuky Silvestre y los riffs de guitarra de Pepe Silvestre. Además, Pepe también es el vocalista y su hermano le hace los coros.

 

Las melodías estaban bastante bien trabajadas y resultaban muy atractivas al oído. Y se notaba un gusto especial hacia bandas muy clásicas del Thrash americano o el Heavy inglés… Esto hacía que muchos de los ritmos nos sonaran cercanos y pareciera que aun estando descubriendo al grupo en aquel momento (como era mi caso), pareciera que los conocemos de toda la vida.

 

“Antinuclear” siguió en la lista, arrancando con un ritmo galopante que se acercaba más al NWOBHM y a sonidos más Rock. Los cambios de ritmo continuaron haciéndose patentes a la hora de enfatizar estribillos o punteos de guitarra sobre las demás estrofas.

 

Este último corte quizás se antojaba un poco más simple en cuanto a su composición, pero los riffs y el punteo no desmerecieron en absoluto del resto del recital.

 

Así llegamos a la siguiente “¿Por qué? Con partes casi a medio tiempo con mucha distorsión, que acababan por acelerarse hacia el estribillo. Base rítmica muy fuerte y un excelso solo de guitarra continuaban con un concierto vibrante.

 

La voz casi gutural de Pepe daba un cierto contrapunto a una música que caía hacia sonidos más afilados. Así continuaron con una canción nueva, según presentaron. Se trataba de “4ª Profecía”, que fue seguida precisamente por la “1ª Profecía: Anticristo”. Otro tema, este último, con sonido muy clásico y bien logrado. Por supuesto seguían dándose giros en las melodías, para permitirnos degustar los estupendos solos de guitarra, acompañados de la genuina base rítmica metalera.

 

“2ª Profecía: La Inquisición” contenía todos los ingredientes que hasta ese momento habían conformado un espectáculo de genuino Metal, a excepción de la voz (pues creo recordar que este tema era instrumental). Y así resultó la antesala de la fortísima, de la muy thrashera “Saborío”. Un corte que no aparece en su disco, pero que me gustó bastante dentro de lo que fue el cómputo global del concierto.

 

La que sí se encontraba en el álbum y con la que casi cerraban el show fue “No Hay R’N’R”. Algo que es totalmente falso, y que ellos mismos se encargaron de desmentir. Muy rockero, con unos ritmos muy machacones y que se metían en la cabeza, dando lugar a que el público (que formábamos unas 100 personas) coreara el estribillo e hiciera los cuernos con la mano para saludar a la banda. Por cierto, el punteo volvió a sonar excepcional.

 

Y así se llegó al momento final de la actuación, a base del tema “Ruido”, con un estilo bastante Punk y bastante bruto. Los asistentes se contagiaron de esa energía que provenía del escenario y acabaron agitándose junto a las tablas, para regocijo de Pepe, Kuky y Luis. Todo un final de fiesta digno del espectáculo que habíamos estado viviendo durante los últimos 70 minutos.

 

Así acabaron con el concierto la banda, siendo felicitados por buena parte de los reunidos. No era para menos.

 

Tras media hora para reponer algunas fuerzas y preparar el equipo, Ktulu.

 

La banda de Hospitalet se presentaba para dar repaso a 20 años de carrera y 7 álbumes (incluyendo un par de ellos de versiones), aunque fue de su “Confrontación” de 1.997 del que sacaron mayor jugo en esta noche.

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No obstante, como comienzo del show pensaron en realizar el tributo a su último larga duración a base de cuatro temas seguidos de este. Y ello sirvió para dar rienda suelta a toda la agresividad y contundencia de que son capaces los integrantes de la banda cuando esgrimen sus instrumentos… y también a un público contagiado por la energía que transmitían.

 

Como digo, de “Show Caníbal” fue lo primero que sonó, en forma de “La Ira de los Monos”, “Psintético/Mesías”, “Sepultado (El Encuentro)” y “Demonios”. Y el resultado fue… ¡de la ostia!

 

Y mucha culpa la tiene el propio Wylly K, que cantaba sin esfuerzo aparente la letra de estas y el resto de canciones del setlist. Todo un alarde de fuerza, teniendo en cuenta la voz tan ronca con que nos “deleita”.

 

Con el clásico sonido Ktulu donde se mezclan las guitarras con un ritmo muy marcado y la rotunda batería, en un estilo de Thrash Industrial que recuerda a veces a los Fear Factory, se fueron excitando los ánimos del público que rápidamente se pusieron a hacer headbanging en las inmediaciones del escenario.

 

El grupo dio cuenta de una gran intensidad a lo largo de todo el espectáculo y desde luego el comienzo no se quedó atrás. Salieron con muchas ganas y se notó, aunque de esta tanda de temas más nuevos, yo destacaría “Sepultado (El Encuentro)”, con unas guitarras que me parecieron muy acertadas.

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Entonces comenzaron con el repaso a “Confrontación” en forma de “Crisis de Fe”. Con una música de cadencia muy marcada que se embrutecía para acompañar la desgarrada voz de Wylly, que seguía desgajando la letra de los cortes con una sorprendente claridad en la voz, pese a lo bronco de esta.

 

De igual modo siguieron dando cuenta de este álbum con “Tiempo Hostil” y “Delirium Tremens”, con la misma mecánica, con el mismo estilo en la música y el mismo efecto entre los congregados.

 

Y es que era digno de ver cómo los guitarras David y Piter se ponían al unísono con Bufal (bajo) para agitar de forma convulsa las melenas, en un ritmo frenético, al son de los acordes que ellos mismos producían. Un headbanging que casi se tornaba en moshing sobre el escenario y que incitaba a imitarlos en el foro. Wylly se sumaba al espectáculo ante la desatada violencia con que Blai marcaba el ritmo, machacando literalmente la batería.

 

Así continuaban con el espectáculo, cayendo temas que, más antiguos o más modernos, todos tenían el mismo efecto sobre quienes los escuchábamos.

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Como ejemplo, “10 Toneladas” del álbum “Ktulu” del ’99. Un tema de ritmo algo más pausado de lo que se había escuchado hasta el momento, pero con un cierto halo Groove combinado con la música de los samplers que preparaba el propio Blai en una mesa de mezclas que acompañaba a su batería. Y esto hacía que resultara igual de efectiva que cualquier otra a la hora de enganchar a todo espectador entre el público.

 

Y si efectiva fue “10 Toneladas”, no lo fue menos la esperada “Pura Vida”. Un tema muy bien recibido y coreado, con decenas de personas cantando eso de “Mas líbranos, mas líbranos del bien. Amén. / Mas líbranos. Pura vida, pura vida”, al son de unos samplers que se hicieron un poco más patentes de lo que se habían escuchado hasta ese momento.

 

No quería dejar de mencionar las partes instrumentales en forma de solos y punteos que, aunque no demasiado extensos, sí  dejaban tramos de mayor melodía en todos los temas. Cambios de ritmo que evitaban la monotonía y que se planteaban como contraste a la brutalidad intrínseca del estilo propio de la banda.

 

La vuelta a “Confrontación” se produjo con “Justicia” y “Lado Oscuro”, con unos David y Piter inmensos a la guitarra. Los ritmos de esencia Thrash y espíritu Groove, que te hacían recordar a los Pantera del malogrado Dimebag, se aliaban con la estupenda acústica propia de la sala. Toda una gozada. Por cierto, atención al tremendo bajo de Bufal en “Lado Oscuro” precisamente.

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Una terna nos trajo un olvidado hasta ese momento “Orden Genético”. Un álbum que fue muy celebrado en su momento (cuando salió allá por el ’94 y reeditado en el ’95), por la inclusión de temas como estos “Mensaje Subliminal”, “Deja de Joder” o “Apocalipsis 25-D”. Cortes todos ellos de gran fuerza en lo musical, con unos ritmos desbordantes y bastante rápidos en lo que fue el concierto. Donde la batería llegaba a ser bastante machacona e imponía una cadencia muy acompasada.

 

Tal vez, por poner alguna pega al sonido, los solos de guitarra sonaron algo tapados por el resto de instrumentación. Pero tampoco era algo que se echara mucho a ver, francamente.

 

Una de las más esperadas, como no, fue “Apocalipsis 25-D”. Un tema que no es que fuera de los más brillantes en la composición de entre los que se pudieron escuchar en esta noche, pero que su inclusión en “El Día de la Bestia” de Alex de la Iglesia dio una relevancia tremenda; no sólo al tema, sino también al grupo. Y creo que todos nos alegramos por ello.

 

Pues bien, aquí en particular ya se desataron totalmente los ánimos, de tal manera que incluso Piter se bajó  del escenario con su guitarra inalámbrica para marcarse el corte tocando entre el público y agitando la cabeza al unísono con l@s chaval@s allí reunidos. Vamos, lo que se llama interactuar con los espectadores, en el más estricto sentido.

 

A partir de ahí comenzaba la recta final del concierto, pero con la tensión metida en el cuerpo de todos (banda y oyentes). La “Hiperactividad” del disco “Ktulu” contagió a  alguno que decidió subirse a las tablas, junto a la banda, para tirarse luego al estilo surf-stage. Este corte sonó bastante más electrónico, apoyado en los samplers de Blai y en distintos registros de voces por parte de Wylly, potenciando las melodías en algunos momentos.

 

Para finalizar se volvió  al disco “Confrontación” (el más explotado en la noche), con una “Sutil Mutilación” de estilo bastante más desgarrado que su previa. Y luego “El Latido del Miedo” se vio muy secundada por los espectadores que hicieron los coros de principio a fin.

 

Y el colofón fue “Biocontaminación”, presentada por Wylly (como hizo con cada una de las canciones a lo largo de la noche) tras un trago de cerveza. También muy esperada y recibida con gran intensidad por ser la última. Quien más, quien menos, se volcó en el fin de la actuación para que quedara un buen regusto de la actuación.

 

Y este colofón lleno de garra y fuerza representó bastante bien lo que significó la actuación de Ktulu en su noche en la Palo Palo.

 

Nos vemos en la próxima.

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