Como si de ese último viaje se tratara, ese que nos prepara para el último instante en esta parte física. Cuando dejamos quizás al alma libre, desprendiéndose más de una rémora que de una ayuda con este cuerpo que llevamos. Quizás ese momento en el que nos regalan otra vida, sin lugar a dudas ellos son el perfecto acompañante.
Para ello vasta con oir `Calm Me Down´ obra de excepcional belleza, cruze de caminos entre el aquí y el allá, no el que nos enseñaba Coco en Barrio Sésamo, sino otro que tarde o temprano tendremos justo en nuestra mano. Hay finales en todos los órdenes de la vida pero siempre tenemos que estar preparados.
Sin lugar a dudas el directo es más potente que el disco, pero pese a ello no perdieron esa conjunción con los allí presentes. Esa melancolía, esas carreteras eternas o ese mecer del mar que nos deja dubitativos, pensativos, mirando atrás quizás recordando momentos mejores, pero tratando de encotrar los nuevos.
La voz aniñada de Van, perfecta para las composiciones que nos recrean `My will is good´ `Oslo Campfire´ dulces y tristes, pequeñas bombas de sensaciones fulgurantes, chispazos alentadores en algún momento, otros recordando a Cambria, lloros ocultos y risas desdeñadas.
Con solo dos discos bajo el brazo tenemos tiempo de coger energías con momentos plenos de efervescencia, recordando ese primer disco donde acabas mordiendo el anzuelo como les pasó a ellos en Alaska, temas como `Stuck on a Boat´ o `Fisherman’s Son´ son claro ejemplo de ello. Aquellos veranos… desolación, dureza, belleza…
También tuvimos un momento para algo quizás más alegre dentro de su especial condición `Sour Milk / Salt Water´ o `Leap Year´ precursoras quizás del momento más emotivo de la noche, de ese momento que todos esperábamos.
Con un puñado de los presentes subidos al escenario según órdenes del grupo, cantando a pleno pulmón ese himno para un nuevo despertar `I Woke Up Today´ capaz de subirnos a los altares, a lo mejor justo en el momento de cruzar esa línea del último día.
Pero no debemos olvidar que Port O`Brien representan un movimiento dulce y lento que nos mata las peores partes de nuestro ser, nos hace crecer de forma tranquila, sin parones, metidos en esa furgoneta que nos lleva y nos trae, con miradas idas, pensamientos perdidos en algún lugar, sin sensaciones que representar, paisajes infinitos… `High Without the Hope´ `Love Me Through´ son perfectas ideas.
No los dejéis escapar de vuestro viaje…
