Si combinas música y tienda de moda es posible que a tu cabeza vengan esos temas repetitivos que parecen que no acaban nunca y te asaltan cuando entras en esas cadenas de establecimientos de ropa cuyos nombres conocemos sobradamente. Anoche sin embargo, de la mano de Sofar Sounds y con La Ragazza Producciones como perfectos escuderos, nos reunimos en una tienda de moda, Malmö The Store, para asistir a tres conciertos diferentes en un ambiente original y musiquero.
Con la dirección mantenida en secreto hasta 24 horas antes, con la posibidad de llevar bebida propia y con el público acomodado en el suelo ya tenemos las restantes señas de identidad de estos eventos exclusivos que por segunda vez se realizaban en Sevilla con un éxito destacado.
Algo de retraso en el comienzo antes de que Future Ark abriera la noche sorprendiéndonos con un formato instrumental de un dúo que con teclados y una batería tocada con delicadea y versatilidad nos transportaban a atmósferas introspectivas y evocadoras. Era el segundo concierto de la formación y quizás echamos de más un exceso de luminosidad en el local para conjuntar más con una propuesta que de cualquier forma resultó interesante.
Con formación también de dúo para la ocasión Estenopeica nos visitaban desde Granada adaptando su electro pop bailable en piezas más susurradas y delicadas que otorgaban otra dimensión a temas como Niño Robot. Energía que se contenía como la belleza guardada en frascos pequeños que meridaron bien con el público y el ambiente.
Nos alegró especialmente ver que los terceros artistas de la noche eran Perdido Godot quienes hace un año participaron en el concurso Musiqueando de bandas emergentes alcanzando una fantástica tercera posición. Los sevillanos están en perfecta temporalidad con su estilo al cual es fácil engancharse y al que siguen sumando magníficas composiciones como La historia interminable de reciente incorporación al repertorio. Disfrutamos de la puesta en escena de su EP Marina y comprobamos como Naufragio tiene madera de hit antes de decir adiós a una noche de Sofar Sounds entre perchas y probadores.
