Soleado día de viernes para que los festivaleros nos adentremos a esta segunda fecha de Monkey Week donde la actividad ya pasa a ser frenética y donde cada itinerario puede suponer un camino de sorpresas y de nuevos descubrimientos musicales.
Y una perfecta toma de contacto para catar con cuentagotas a muchas de las bandas que protagonizarán el día resulta la programación de minishowcases en el celebradísimo espacio Santa Clara. Por espacio de 3 minutos fueron desfilando más de una decena de nombres del cartel en un formato dinámico y atractivo. Gran iniciativa.
Ya cin el formato habitual comenzamos nuestro recorrido con el concierto de La Plata. Los valencianos dieron un show enérgico, hasta ansioso en ocasiones, con ganas de mostrar tantas virtudes como su repertorio permitiría. Enganchados en un punk castizo nos dejaron muy buenas sensaciones.
Palo Alto ya ha dejado de llamar tímidamente a la puerta del post rock nacional para tratar de derribarla a puñetazos. Su propuesta se muestra firme, con rebasante calidad sonora y dibujando ambientes y sensaciones en las que dejarte envolver por sus canciones es de obligado cumplimiento. Su evolución es un camino donde aparentemete no se divisa techo ni a corto ni medio plazo.
Los Viejos dejaban en el escenario de la pista de autos locos a un público atónico con su trash encarado tras caretas realistas de precisamente eso, viejos mientras el trap de Boyanka Kostova buscaba fieles para la fiesta a partir de sus mensajes y bases.
Con Vita Insomne podemos hablar de futuro. Eso sí, de un futuro inmediato. Muy en línea de tendencias actuales en cuanto a indie-rock los granaínos no escatiman en actitud aunque ayer les faltara escenario para lucimiento ni en personalidad en cuanto a registro vocal y una guitarra que les acerca al rock de afilados riffs. Sus interesantes composiciones además hacen presagiar que el camino de la banda sólo ha hecho comenzar.
Con Her´s llegó otro de los momentos especiales del Monkey Week. El dúo que viene de Liverpool nos regalaron un concierto simpático y con recursos teatrales desde su vestimenta, movimientos y gestos sobre el escenario que acompañaban una música de fino pop de atardeceres soleados. Hubo transmisión con el público que a medida que iba transcurriendo el concierto no dejó de alentarlos entusiasmados sin perder una amplia sonrisa de nuestras caras.
En un fugaz vistazo pudumis comprobar lo bien que les sienta un escenario grande a la propuesta de Carmen Costa antes de sumergirnos en el particular concepto de Lorena Álvarez . Su concierto consistió en un ejercicio de intimidad que rompía con espontaneidad y una interacción con el público que incluso le llevó a bajar del escenario junto a los dos guitarristas que le acompañaban o a juntarnos de la mano en un inmenso corro. Un espectáculo que incluyó poemas musicados de Gloria Fuertes o el fantástico acompañamiento de una bailarina que personalizaba musicalmente en sus movimientos.
Y Pájaro tienía a Sevilla a sus pies. Y arriba a Silvio. La ciudad acogía a quien se ha convertido en su imagen más iconoclasta por derecho propio. Y, por favor, por su música. Pájaro jugó en casa, con sus propias emociones y su arte a raudales de guitarrista experto y de pellizco mostrándonos su versión más eléctrica con una banda también de quilates y que no le faltó ni una sección de viento para que esos quejíos semanasanteros alcanzaran otra dimiensión.
Abarrotado el Teatro Alameda para el concierto de Novedades Carminha que salieron conscientes de su papel protagonista en el cartel y de cómo muchos ya habíamos decidido que nuestro itinerario tenía una parada obligada con estos gallegos que a base de acidez y de ritmos tropicales tendentes al punk nos pusieron a saltar. Sonaron himnos como Antigua pero moderna que ratificaban la entrega del público que, cada cual con su itinerario, habían desembocado allí, a esa hora y en ese lugar.