Empezar a escuchar un disco que se inicia con el chasquido de una lumbre en Fuego cuando en la calle se superan los 40 grados puede ser considerado prácticamente una temeridad pero aún así merece la pena adentrarse en este trabajo de que desde Asturias nos traen Mala Reputación.

Un mensaje que no se soslaya, Cobarde, y rabia contenida que se va conteniendo lo justo como en la historia de emigración en 10.000 kms son sólo dos características de un disco que tiene punk, tiene rock y tiene una disimulada apertura a otros ritmos y tiempos donde predomine una buena y reconocible melodía así como distintas texturas vocales.

Mención aparte para Las uvas de la ira que a modo de vals y con varios giros argumentísticos, musicalmente hablando, supone una auténtica obra maestra con el tiempo como eje literario. Más libertad y desorden guitarrero en Lugares Salvajes y una reflexión introspectiva de los cambios en Nunca seremos los mismos que apunta a himno generacional también dan notoriedad a este Eternas Promesas que tanto nos ha gustado.