El cuarteto de Barakaldo nos presenta su segundo disco, "Healing Souls" donde los sesenta se vuelven más garajeros y también más soul.
Del toque soul fundamentalmente señalaría a la voz de Ana que matiza y siente a partes iguales como demuestra en "Las but one", por citar un ejemplo. Pero "Healing Souls" también es ruidosa. Las guitarras de Andi van "ensuciando" a su antojo y los estribillos interminables y los coros dan ese contraste más primitivo en los temas.
Una curiosa forma de iniciar el disco y de acabarlo con "Here we come" y "here we go" y una encuadernación y fotografía con coherencia clásica nos sirve de envoltorio para un disco con varias joyas bailables en guateques y con algunos riffs más que interesantes. Un disco con sabor añejo pero que sin embargo introduce ciertas variaciones o improntas de estilo que, en vez de devaluarlo, lo hacen crecer y subir un nivel.