Peepshow son Uve Martínez, voces y guitarras, Carsten Ress, batería, y Vicente Bonillo, bajo, y con ellos, y este disco, Supralumínico, su última obra; un paseo musical entre el rock versátil, el descubrimiento a las nuevas sensaciones y las luchas internas de cada uno a través de las letras.  

Ocho años tras Killy y Los Hombres Estrella, donde regresan con un disco de exquisita presentación y una cuidada producción. El tercer trabajo de la banda, a caballo entre el pop y el rock, lleno de un aura ocultista, momentos luminosos y explosiones sensoriales. Un viaje musical por la imaginación.

Recomendaban oírlo de noche y a un volumen generoso, y eso hice. Me dejé llevar y viajé en el tiempo, conduciéndome, por sus temas, a finales de la década de los ochenta, al recuerdo en cierta manera a Joy Division, y a los noventa, con aires de Lagartija Nick, pero con un sonido propio, diferente. Original.

Cadáver,  abre el disco, y abre la caja de sorpresas. Decadente, elegante , dramática… nace la expectación. Abrimos la mente para recibir la música y así, entre otros temas, llegan Nuevas Visiones, el más sonido lagartija de todos, con una fuerte base de batería.

Letras transgesoras, con lenguaje encriptado capaz de remover conciencias, caso de Policía Secreta, una valiente crítica contra la sociedad de la vigilancia electrónica o Cryogenia, en esta última, con la participación de la voz de Mireia Pérez (Sokolov), donde el futuro robotizado se presenta como alternativa a la sociedad actual, de almas deshumanizadas “ Si el paciente no está afiliado a nuestra organización, si el cerebro tiene autopsia, o si ya ha sido enterrado, no podemos aceptarlo”

En El fin del mundo, la apocalipsis del fin del mundo acaba siendo la destrucción pura en un corte musical.

Mi otro yo y yo es potente, una comunión entre el pop y el rock más ortodoxo, donde la dualidad de un personaje se debate entre su propio yo y sus otras personalidades; con un carisma que le arrebata de su propio ser. “y lo escondo atado en mi armario. Me suplanta”.

Supralumínico, el tema que da nombre al disco, es mi favorito. Los acordes de una guitarra oscura, nos dirigen a una bifurcación de ritmos sorprendentes, una explosión musical en toda regla, sintetizadores y acordes fuertes.

Una magistral pieza instrumental llena de misterio, Naturaleza muerta, Irreversible, con la voz de Is Sahuquillo y Somos invisibles, un dardo a la diana emocional de cada uno; “Somos científicos invisibles, el peligro ahora eres tú”

Supralumínico está grabado en Pandemonium Studios y KBYO Studios, la producción corre a cargo de Uve Martínez y está masterizado por Loren Vauck en Xarc Mastering Studios. El diseño y la fotografía son de Epsilide Graphics.

Un disco para dejarse llevar, subir el volumen y viajar, por los adentros de cada uno, como un instrumento más, para sentir cómo la música te lleva a dimensiones desconocidas, propias o ajenas.