Si con su primer disco Rome ya decíamos que lo de esta banda no era algo para tomarse a la ligera con esta confirmación mantienen y superan ese nivel de atmósferas inquietantes y sonidos entrelazados en clave de rock.
Pero aún más. A esa capacidda que ya conocíamos de manejar tiempos y tensión a voluntad se une una ligera inclinación más melódica como demuestran claramente en Glorius Sunday en ligeros parpadeos luminosos dentro de una penumbra casi constante.
La voz de Pablo Casero sigue siendo el hilo conductor de unos temas con ese registro tan vibrante y de aparente dejadez con la que interpreta los temas. Otra de las características fundamentales, referidas a la voz, es acompasarse al sonido, subiendo y bajando, acelerando o pausando según el propio tema lo va necesitando.
Desde Beyond my comprehension, otro de mis favoritos, muy al estilo de bandas de himnos épicos hacia otros de naturaleza más inquietantes como Got and , el disco cuenta con una premeditación sonora con la que saborear con diferentes guitarras y que demuestra la solidez de un proyecto en un siempre difícil segundo asalto.