La sala 101 estaba preparada. Unas 150 personas esperaban que Izal saliera al escenario. Es la tercera vez que el grupo toca en suelo sevillano y cada vez que vienen van sumando adeptos porque poquito a poco se están haciendo un hueco en el panorama musical español. Y es que resulta que la banda “se ha dado cuenta del patrón” que debe seguir para triunfar porque sólo hizo falta que sonaran los primeros acordes de Prueba y error y el público se entregó por completo, sin que hiciera falta que Mikel explicara nada siguieron con Ajam y Desorden que provocaron que todo el mundo saltase eufórico al compás de la música.
Llegaba el turno de Sueños lentos, aviones veloces “dando vueltas y vueltas para no pensar que esta música la hemos bailado antes”, porque muchos de los asistentes sí que la habían bailado en otras ocasiones, era evidente. Luego vino la gran fiesta, ese temazo que ha conseguido 10.000 visitas en su primera semana en YouTube, Qué bien hizo que perdiéramos las maneras y que nuestro sentido del ridículo se esfumase, bailamos como locos y le hicimos los coros a Mikel que prosiguió ofreciéndonos ese Extraño regalo que tanto ritmo tiene. El asombro mayúsculo fue el de los asistentes cuando tocaron dos temas de su próximo disco Tóxica y Jenna Fischer.
Tras estas sorpresas vinieron Teletransporte y la esperadísima Eco que dio toda la guerra que el público quiso y más, continuando con 28 horas y Tu continente en la que cantamos y saltamos de lo lindo hasta que fueron enlazando con la Conclusión en DO para ukelele, pero no les gritamos los defectos, porque para qué engañarnos, ofrecieron un directo brutal y muy divertido, es más les acompañamos con palmas y canturreando el “lara la la” del final de la canción con el que simbólicamente terminaba el concierto. Pero como todo el mundo esperaba, salieron de nuevo al escenario porque aún faltaba el single del disco y eso hubiera sido una falta imperdonable como bien dijo Mikel.
Así que tras una breve intro para los bises, nos mandó A nuestros rincones y como veían que no nos dábamos por vencidos llegó el momento del single, ese con el estribillo tan pegadizo, con el que se han hecho un merchandising genial, ese que sirve para liberar adrenalina mandando a la mierda a todo el mundo y creando Magia y efectos especiales en la sala. Pero la noche tenía que finalizar, así que eligieron a La mujer de verde para el cierre del show, eso sí dejando claro que quieren volver, que el concierto fue un fiestón y que su directo merece la pena, y si a todo esto le sumamos que son majísimos y que nos concedieron una entrevista la nota para la noche fue de 10.