El teatro Lope de Vega estaba lleno hasta la bandera. Parece que Sevilla tenía ganas de Antílopez, y así se demostró con dos noches seguidas de sold out. La primera vez que los vi fue en un Live The Roof, en una maravillosa terraza con vistas a la Giralda, era difícil de superar, pero la magia del Lope y las tablas de este dúo de chiripop sobre el escenario hicieron que las vistas a la Giralda quedasen en segundo plano.
Puntuales aparecieron haciendo su propia presentación desde la mesa de sonido del fondo y saludando por el pasillo hasta llegar, por fin, a un escenario en el que se intuía que iban a dar un gran espectáculo. Para hacer gala de sus dotes musicales entonaron un canto gregoriano como preludio de Cantautores suicidas, en la que desde primera hora el público se mostró participativo y contribuyó con palmas y coros. Tras tantos conciertos vistos, cuando esto ocurre desde la primera canción es porque el concierto será todo un éxito.
Tras esta toma de contacto, salieron para acompañar a Félix y Miguel sobre las tablas José Marín a la guitarra acústica y Toni Romero al teclado, haciendo gala de una gran compenetración en Musa en paro busca poeta. Tras contarnos una hilarante historia sobre bolsas de plástico enamoradas nos hicimos inmunes al dolor en Mentira que daba lugar a la canción que etiquetaron como las más compleja de la noche Le habla el sunshine.
Para Metralla, medida y viaje, José Marín y Toni Romero salieron del escenario y les permitieron desahogarse sobre ese tipo de persona que les da coraje, para acto seguido plantarse un delantal con lunares, coger un abanico y un sombrero cordobés para dedicarnos una copla sobre los Hijos de España. Y como a ambos parece que les gusta eso de disfrazarse, se colocaron un par de chalequillos y sombreros de paja para trasladarnos a las góndolas venecianas y hablarnos de la indecisión de su corazón con la cantinela Peligro de extinción.
Para Tu nombre, José y Toni se unieron de nuevo a Antílopez, para acto seguido hacer sus críticas indispensables a la cultura americana con Arizona WiFi, y es que hay que ver cómo les pierde la boca. Comenzaron las despedidas con No vale lo que quieren cobrar pero como era de esperar el público se puso en pie y no paró de pedir que volvieran para los bises, así que regresaron con Harto de estar harto y su Canción privada, dejando para el fin de fiesta ese Una vez visto que mezclaron con algunos versos de La Gatita Presumida mientras todo el público en pie se despedía con una última petición, que no tarden en regresar.
Fotografía: José Daniel Martínez Lomas