Kory Clarke quería ser el Iggy Pop de los 90. A través de su banda, el nativo de Detroit construyó su propio estilo sobre el legado de los Stooges y MC5 y su activismo político y tendencias artísticas, le dio un giro a la década, y trató de impartir su doctrina a una «Generación X» que nunca le escuchó. La banda adoptó sus improperios políticos y su despotricar insurrecto, y a través de ella atacó como poeta rebelde contra todo lo establecido, con un sonido de hard-punk-metálico como vehículo de agresiva propagación, que sin embargo no pudo con el nihilismo alternativo imperante en el rock.
Sin embargo, su legado dejó huella; WARRIOR SOUL han recibido los elogios de Metallica a lo largo de los años, quienes incluso les invitaron a abrir su mastodóntica gira mundial de 1990, y, con el tiempo, su semilla germinó en muchas nuevas bandas de rock rendidas a la potencia de su música y su mensaje. Porque en pleno 2012, con el aroma de la revolución en el aire, WARRIOR SOUL siguen en pie para poner la banda sonora a la revolución cultural.
En su obligada cita madrileña les acompañarán los prometedores Yakuzas, la banda que le devolvió las pelotas al rock n’ roll. Recientes ganadores del Villa de Madrid, estos cuatro descarados jóvenes de Chamberí revitalizan una escena demasiado perdida entre modas de usar y tirar y poses de plástico con la autenticidad del punk castizo y el rock de la calle.
LA REVOLUCIÓN COMIENZA… AHORA!!!
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