La llegada al concierto fue una auténtica sorpresa. ¿En qué concierto la cola para entrar por la lista de invitados es más larga que la realizada para pagar? Así fue. No se puede negar de dónde son los chicos de Canteca de Macao. Madrid esperaba impaciente el concierto de la banda más divertida y flamenca que nació de sus calles.
Nada más entrar era necesaria una parada para refrescar la garganta. Un consejo: esperamos que para el próximo concierto los camareros del Circo Price sean un poquito más rápidos. Más de una hora para pedir 3 cervezas me parece un precio demasiado caro. Desde luego, mucho más que los 2,5 euros que costaba cada una de ellas.
La gente acumulaba birras y refrescos cuando tenía la oportunidad de que uno de los pocos camareros atendiese a sus peticiones. Fue gracioso a ratos, tedioso la mayor parte de la espera. “Yo me llevo 10 cervezas, porque si tengo que hacer cola otra vez me muero”, se escuchaba entre la multitud. Por esta razón, y por una parada técnica para liar unos cigarrillos en la terraza del recinto, poco puedo decir de la actuación de los teloneros, Alamedadosound. Pese a todo, lo que escuché me gustó. Una buena puesta en escena con varias trompetas, y un sonido a banda clásica de ska.
En algunos momentos me recordaron a mis queridos Tokyo Ska Paradise (salvando las distancias). Pero la gente venía a lo que venía. Canteca era el plato fuerte, y en el momento en el que empezaron, todas las pipas dejaron de funcionar. Ahora tocaba mover el cuerpo. Para comenzar Zulo nos deleitó con una de sus coreografías con música étnica de fondo. La gente iba entrando en calor y entonces…la banda pisó el acelerador.
La música embriagaba más que la cerveza y el ritmo a ska callejero y flamenco rumboso nos sumergía en una atmósfera desenfrenada. Pero lo mejor estaba por llegar. En Canteca todos son buenos músicos, talentosos incluso. Pero Anita tiene algo. Ella sola se comió el escenario y nos puso a todos patas arriba. Y vuelvo a repetir, no es que el resto no estuviese bien…no. Es que ella tiene magia, y eso sólo se da en casos especiales. Sin tapujos, sin reparos, sin vergüenza…Ana, sin duda eres especial. A su lado, Chiki ejercía de fiel escudero.
Y el resto, arrimaba el hombro para conseguir un sonido muy compacto. El buen rollo se nota. Su nuevo disco Camino de la vida entera nos permitía bailar sin reparar mucho en la letra. Pero entonces empezaron a llegar los clásicos de su primer disco Cachai. Todos los esperábamos. La gente conocía sus canciones, todos menos mi amigo Joaquín. Sólo una persona que no conoce las canciones puede ir a un concierto de Canteca con chanclas. Se le quedaban pegadas al suelo y no podía casi moverse. Y aunque su situación no era la mejor, siguió bailando, y bailando, sin parar como el conejo de las pilas. Disfrutó, vaya si lo hizo. El momento más emotivo del concierto fue cuando sonó Bellas, de su nuevo disco. Anita hizo una pausa, centró el foco de luz y de atención en su madre, y le dedicó la canción. “Ahora entiendo todo”, pensé. Sólo una madre fuerte y luchadora puede engendrar a tanta vitalidad.
Todos aplaudieron, aunque eché de menos algún: viva la madre que te parió. Supongo que estas cosas son más propias del sur. Luego volvieron a intercalar el espectáculo escénico con la música. Una mezcla que sin duda les hace especiales. También su sonido tiene muchas particularidades, no es una cosa…son cientos, qué digo, miles a la vez. Suena a todo, pero a la vez, a nada que hayas escuchado antes. Lo único que irritó al público fueron las descargas de los focos de luz. Cada corte entre canción y canción producía una ceguera momentánea de la que costaba recurarse. Seguro que tendrían sus razones…pero joder.
A mí me gustó especialmente la canción Dos. Tiene algo que convierte al grupo en un coro angelical y mezcla a la vez la crudeza propia de esta banda, que dice las cosas con las palabras justas, ni más ni menos. “Pensábamos en comprarnos un chalet pero la cosa no va bien. Pensábamos conducir Mercedes Benz, pero la cosa no es tan fácil”. El resto, os lo podéis imaginar…Ritmo, música, ritmo, música en una función elevada a la máxima potencia.
Para acabar la explosión final. Todos en el escenario, Canteca, Alamedadosound (los teloneros), e incluso Cindy (la manager del grupo) tocando y bailando. Conclusión: Todos los que fuimos lo pasamos en grande. A todo esto se me olvidaba que aquellos que no pudieron venir, pueden disfrutar del concierto en el dvd que se grabó, y que tienen pensado comercializar en breve. No os lo perdáis.
Fotografías: Maku