Cuando me encomendaron la reseña de este disco no sabía dos cosas: que me resultaría sumamente difícil y que me fuera a gustar tanto.
Y la dificultad radica en buscar adjetivos suficientemente representativos de un conjunto de doce canciones en sí bastante diverso.
Así que…empecemos por el principio, prometedor sonido de un teclado, al más puro estilo del rockandaluz, acompañando a "donde quiere que estés, te gustará saber, que te pude olvidar y no he querío. Y por más fría que sea mi noche triste no he echaré al fuego los besos que me diste" en Dulce Razón.
Posteriormente su sonido se vuelve más convencional y que recuerda a grupos como Neorama o Cyan aunque con un marcada acento andaluz que, personalmente, me parece muy acertado. De hecho en el segundo corte viernes al sol recurren además a fotogramas musicales netamente andaluces como la Alameda o Granada.
Junto al teclado y unas letras que pueden tornarse cinematográficas como en Olvídate de mi o enredarse en un collage de melodías en Georgina on my mind el disco es una buena muestra de un trabajo bien pulido, ambicioso y que busca elementos diferenciadores en el panorama musical independiente actual. Muy recomendable.