La cantante cordobesa nos sorprende, una vez más, con un más que interesante disco donde el salto de calidad ya no sólo se mide en estribillos pegadizos ni en su personalísima voz grave que ya conocíamos sino que gana en empaque musical y eso se nota.
Por otro lado hay cosas no cuantificables como son que la propia cantante sea compositora de sus canciones y eso es algo que en opinión de quien escribe resulta fundamental y creíble. De esta guisa y con el afamado productor Sebastián Krys por medio, La cuenta atrás es un discazo, variado y con mucho gusto en su concepción.
Si bien el adelanto Como yo no hay dos suena a continuación de trabajos anteriores con esos aires algo retro, melodia y estribillos que se quedan en pocas escuchas sorprenden la profundidad de temas como Requiem o los aportes de los teclados de la apuesta por ser uno mismo de 1906 estrellas.
Conocíamos a Vega y nos gustaba. Ahora la cordobesa se regala y nos regala un disco donde esas límites invisibles quedan a un lado para que se abra paso la música.