El pasado sábado, 28 de septiembre, Valladolid vivió una noche para el recuerdo al convertirse en la sede del Cosquín Rock, el festival de música más icónico de Argentina y uno de los más importantes de toda Latinoamérica. Este esperado debut no decepcionó, y el público pucelano respondió con entusiasmo a esta cita internacional, dejando claro que la ciudad tiene mucho que ofrecer en el panorama cultural. Cerca de diez mil personas se congregaron en la antigua hípica militar para disfrutar de una jornada repleta de música, diversidad y energía.
Cosquín Rock no llegó solo para hacer ruido, sino para demostrar que Valladolid puede ser escenario de un festival de talla mundial. Los nombres en el cartel fueron una muestra de ello, con estrellas internacionales como Steve Aoki, Crystal Fighters y los legendarios Gypsy Kings, quienes hicieron su debut en tierras pucelanas. Pero el toque especial lo pusieron los artistas argentinos, los embajadores del rock de Cosquín, como Ciro y Los Persas, Cuatro Pesos de Propina y Nafta, que trajeron consigo el alma de la cultura argentina.
Sin embargo, uno de los momentos más memorables de la noche fue la actuación de los Hombres G, quienes, en plena gira por su 40 aniversario, ofrecieron un concierto lleno de nostalgia y energía, conectando con un público de varias generaciones. Arde Bogotá, con su rock potente y fresco, también se encargó de mantener la temperatura alta a pesar del fresco clima vallisoletano. La magia del festival fue precisamente esa: la diversidad de estilos y la mezcla de públicos, desde jóvenes hasta veteranos amantes de la música.
Lo que realmente hizo especial a esta primera edición de Cosquín Rock Valladolid fue su capacidad para ofrecer una experiencia completa, más allá de lo musical. El festival supo aprovechar la rica tradición de la región con una propuesta gastronómica única, destacando los vinos de las reconocidas denominaciones de origen Cigales, Ribera del Duero y Rueda. No se trataba solo de ir a un concierto, sino de sumergirse en la cultura local a través de sabores que conquistaron a locales y visitantes por igual.
La atmósfera fue única, con un festival que ofreció el equilibrio perfecto entre lo internacional y lo puramente vallisoletano. Y aquí jugó un papel fundamental Vibra Mahou, que, como patrocinador principal, volvió a apostar por conectar artistas y público en un entorno vibrante, dando apoyo a una experiencia que superó todas las expectativas.
Cosquín Rock fue el cierre estelar de una semana que Valladolid vivió con intensidad gracias al evento Vino+ Valladolid. Desde el miércoles 25 al viernes 27 de septiembre, la ciudad se convirtió en un escaparate de lo mejor del vino castellano, con actividades que iban desde catas exclusivas hasta un túnel del vino en la Cúpula del Milenio. Las denominaciones de origen Cigales, León, Ribera del Duero, Rueda y Toro estuvieron presentes, junto a las mejores bodegas de Castilla y León.
Además, la música tampoco faltó durante esta semana de celebración. Los conciertos de Delameseta y El Naán en la Plaza de la Universidad pusieron el broche perfecto a las actividades en torno al vino, mientras que el multitudinario Pucela Wineteque en la Plaza Mayor, con actuaciones de Bravo Maldonado, Sexy Zebras, RocknRoll Cirkus y Carlos Areces, ofreció una mezcla de diversión y buena música en un ambiente festivo y acogedor.
Los más jóvenes también tuvieron su espacio dentro del festival con el Mundito Rock, que se celebró en la Plaza de la Universidad y fue todo un éxito. Los vallisoletanos más pequeños, junto a sus familias, disfrutaron de las actuaciones de Happening, Arigato y Jazzsonsfive, demostrando que el futuro de la música en la ciudad está en buenas manos. La energía y la emoción de los más pequeños reflejaron que el Cosquín Rock es un festival para todas las edades, una auténtica fiesta que cruza generaciones.
Tras el éxito rotundo de esta primera edición, Valladolid ya está contando los días para el regreso de Cosquín Rock el próximo año. La organización, en colaboración con Planeta Sonoro y el Ayuntamiento de Valladolid, ya ha empezado a trabajar en la segunda edición, que promete ser aún más grande y diversa. El respaldo de importantes patrocinadores como Cajaviva, Caja Rural, Renault, y las denominaciones de origen ha sido clave para consolidar este festival como una nueva tradición en la ciudad.
Una vez más, Valladolid ha demostrado ser una ciudad que no solo respira cultura, sino que sabe cómo celebrarla con estilo.
Primera edición de Cosquín Rock 2024 España vista desde el aire