Velas encendidas. Zahara se subió a las tablas de la Sala Mercantil en la noche del jueves en un “Acustiquísimo” que consiguió enmudecer a más de uno..
Continúa así la gira de presentación de “La pareja tóxica” irradiando alteración emocional. Sin disimulos, obviando esa inocencia y delicadeza en la que la crítica la veía envuelta.
Fragilidad desmontada de un plumazo en un alarde de exaltación de trastienda. Contagiosa picardía. Psicótica belleza. Y es que a veces tan solo es necesaria una voz y una guitarra para paralizar el tiempo.
Contrariedad convertida en melodía. Letras radioactivas que pervirtieron la atmósfera de atractiva mordacidad. Marcó un inicio homenaje a la melancolía con “Del invierno” “Frágiles” y “Pregúntale al polvo” que fue creciendo en tono con “La mujer mayúscula y el mar” o “Leñador y mujer América”, sin obviar temas de repertorios anteriores como “Funeral” o “Photofinish”. Se atrevió incluso con la versionada “You’re the one that I want”. Sí, también cedió a los testarudos designios de los presentes con un “Con las ganas” para poner un vidrioso broche final.
Relevó el agotado e insípido azucarero por un aderezo con ácido condimento. De mordaz aroma, acentuado sabor y prolongado regusto. Intenso, sí, pero de fácil digestión. Con una adictiva ligereza que te hace querer quedarte con las ganas de repetir menú.