A las 22.10 de la noche una sala bastante llena de Fibes se fundió en un cálido aplauso para recibir a Lapido, Quique González y sus bandas cruzadas para empezar a confundir las libélulas con hadas en Ladridos del perro mágico, y seguirles el juego en La luna debajo del brazo, la noche prometía y había empezado con fuerza. Me sorprendió el tono roquero y animado que han querido darle a la reinterpretación de sus temas que iban alternándose entre Lapido y González.
La función acababa de comenzar y Quique se dirigió al respetable para saludar y pedir un gran aplauso para su compañero de batallas antes de entonar El carrusel abandonado. Nos agarraron del brazo, haciéndonos un nudo de doble lazo con Me agarraste para que Lapido dejase su acústica y se cambiase a la eléctrica en Luz de ciudades en llamas. Y llegó un temazo de los que no se suelen tocar en directo pero han querido llevar en la gira un sentido Se equivocaban contigo que puso en pie a más de uno. Lapido pudo demostrarnos que también es capaz de hacer suyos los temas de Quique y lo demostró en Deslumbrado, tema que tenía muchas ganas de interpretar y que defendió de manera espléndida.
Antes de morir de pena daba paso al tema que cantaron por primera vez juntos: Kid Chocolate. Y aunque no hubo estrella principal, sino dos grandes disfrutando de su trabajo, En el backstage se llevó un merecidísimo aplauso final que desembocó en El más allá para continuar con el rock sin romper filas en Dallas – Memphis y presentarnos En medio de ningún lado. Organizaron a los indies en bloque para entonar Clase media y, sin echar el cuerpo a tierra, mezclamos puntos y comas en Algo me aleja de ti para ser los eternos aspirantes en De espaldas a la realidad.
Cuando por fin fue el tema elegido para desaparecer del escenario y que les suplicaramos los bises en los que, por primera vez en todo el concierto, cantaron canciones propias. Quique eligió un Aunque tú no lo sepas acompañado por primera vez por el teclado y la voz de Raúl Bernal, es decir, Jean Paul. Lapido se quedó En el ángulo muerto con Víctor Sánchez y la traca final comenzó con el único tema de Los Cero (091) que se han permitido incluir en la gira: Nubes con forma de pistola. De una forma, casi providencial, quisieron dejarnos a todos con el buen sabor de boca de esas Vidas cruzadas en la que intervinieron todos los miembros de la banda.
Una “banda de perracos”, como la llamó González, que se ha formado para esta gira y que ha sido todo un acierto. De parte de Quique vinieron Pepo López (guitarra de Chivo Chivato) y Edu Olmedo (batería de Sr. Mostaza), para acompañar a Lapido no podían faltar Víctor Sánchez (guitarra) y Raúl Bernal (teclado y hammond); y como invitado de ambos trajeron un magnífico bajo: el de Ricky Falkner. Hechas las presentaciones casi al final de la noche, sólo nos quedó deleitarnos con Cuando el ángel decida volver y un magnífico ¿Dónde está el dinero? que cerró con el grito final de Soltad a los perros.