Como siempre, al menos en estos últimos cuatro años, al llegar otoño, a primeros de octubre se celebra en Zahara de la Sierra (Cádiz) uno de los festivales más carismáticos y particulares a modo nacional, el SierraSur ecofestival, un ambiente familiar, donde reina la naturaleza, el buen ambiente, niños corriendo de un lado hacia otro, agua, fresco y música, muy buena música.
Un festival ideado e ideal para hacerlo en familia, ya que el entorno es propicio para ello, una playita artificial donde poder bañarse, césped por todo el recinto, naturaleza… ¡Que más se puede pedir! Este año en los días 11 y 12 de octubre se daban cita artistas de renombre como Rozalén, Depedro, Antílopez, Eskorzo… con una zona de restauración muy cuidada y de calidad, entre concierto y concierto actividades para los niños y los no tan niños, pero vayamos por partes.
El viernes la encargada de dar inicio a la jornada fue La Mare, alegría y buen rollo para empezar el día y el festival, sones rumberos y canallas que van desde el ska hasta el reggae, con sones flamencos en una mezcla que era una fiesta anticipada para lo que vendría después.
Mientras cambiaban el escenario para dar paso a El Jose, sonaba a lo lejos un sonido hipnótico, eran Musgo, una mezcla de música, danza, baile, acrobacias, seres mitológicos y muy buena música, que en el entorno donde estábamos encajaba perfectamente.
Una música de cuento, donde la protagonista principal es ella con su arpa y una voz que envuelve.
Una vez despiertes del sueño de Musgo llega el granaíno El Jose, un joven cantautor muy muy prometedor, acompañado de una banda y un repertorio que no deja indiferente, logra conectar con todos con una buena mezcla de buen humor, buenas letras y una música que engancha.
También se repite la actuación de musgo pero también hay en otros lados del recinto una zona familiar para juegos con los más peques, hay instrumentación en vivo para cine mudo, las esperas así se hacen mucho más amenas.
Turno para el cordobés Mario Díaz, celebrando su décimo aniversario musicalmente hablando, con una primera parte donde es mucho más bailongo con temas de su último trabajo pero también el concierto fue un repaso a todos sus anteriores discos incluido también el primer álbum de los Asdlánticos. Regalando también un bonito final con su guitarrista Ohad cantando a pie de escenario en un momento muy emotivo.
Se fue Mario y llegó el plato fuerte de la noche y quizás del festival, sonaba el río… sonaba Rozalén, la manchega estaba tristeslegre ya que era su penúltimo concierto de la gira en España, al principio del concierto confesó estar sensible y lo transmitió instantáneamente, con canciones que hablaban desde el corazón, con rabia, con alegría y con pasión. Habla del dolor para normalizarlo, pero el concierto tiene momentos para todo, para la fiesta y diversión también y fue un vendaval de buen rollo el que dejó allí.
Después de Rozalén se desató la locura con los tarifeños Malamanera, un grupo donde todo gira en torno a su cantante y es un show man, con versiones clásicas de toda la vida pero dándole un giro a veces latino, a veces ska, y donde en definitiva todo gira a su cantante que en un momento de la actuación se subió encima del equipo de sonido, todo un show.
Al finalizar su concierto en el agua de la playa, con el agua se hizo una proyección donde se veía la fauna marina, y palabras como naturaleza, ecología y reciclaje, una buena manera para concienciar y más aquí que tantos peques hay.
Y cerrando la primera jornada llegaron Sabor a Calle, unos sonidos de mestizaje, de flamenco y de buen rollo.
El sábado se daba paso con actividades de kayak y con un concierto por y para ellos, Festikids, canciones para toda la familia y donde los más pequeños disfrutaron de la esencia de la música y de lo que es este festival.
La canalla, era la encargada de hacerle el relevo, donde en esta jornada se notaba que había más gente, más peques, una buena mezcla de jazz, con letras que son pura poesía, Chipi invitó a cantar Malandro Limón a Maria La Mónica, y donde mientras cambiaban para el siguiente concierto se ofrecieron a cantar abajo con la gente, se hizo el silencio, todo el mundo al suelo y dieron un momento bastante bonito.
En esta jornada al igual que la anterior también se disfrutó de los momentos de Musgo, de juegos infantiles de musicalización…
Depedro llegó a este festival con un repertorio animado y reposado, con influencias de raíces sudamericanas, con folclor latino y con mucho mensaje en sus letras. Jairo también baja a cantar con el publico, regalando un momentazo.
Los onubenses Antílopez llegaron de su gira latinoamericana, dando su primer concierto en España en este festival, Antílopez es magia encima de un escenario, es humor, es inteligencia artística, es arte, son letras de calidad, buena música, ellos no tienen una etiqueta musical… las tienen todas, se metieron desde principio a fin a todos en su bolsillo y regalaron un concierto antológico.
El ambiente estaba ya preparado para lo que venía, para Eskorzo, que dándole despedida a su último álbum llegaron al festival para hacer bailar a todos. Mezclas de reggae, sones potentes y cañeros y bailongos, muy bailongos. Cumbias y mucho mambo para hacer disfrutar a todos, los granaínos desataron la locura en el que fue el grupo más festivalero de todo el cartel.
Por todo lo alto lo dejaron para dejar el punto y final del festival con Derby Motoreta’s Burrito Kachimba una banda de rock progresivo con aires también a rock andaluz y una manera brillante de poner final hasta el próximo año.
Que sean muchos años más para este festival, tan especial tan familiar donde reina la alegría de los pequeños y el buen ambiente, un festival que cada año se supera y este año una vez más, ha vuelto a hacerlo.