El domingo pasado, a eso de las 20:30, nos encontramos una sala Razzmatazz 2 casi llena deseando ver el regreso del grupo de rock progresivo andaluz por excelencia.
Empezó a caldear el ambiente el grupo madrileño Albha, que a pesar de alguna desafortunada rotura de cuerda, dio un buen concierto con una cantidad de público algo inusual para un grupo telonero. Es muy posible que los veamos más veces girando por la escena musical española.
Tras el concierto de los teloneros, no se hicieron mucho de rogar y subieron los integrantes de Triana al escenario ante un público entregado desde el principio. Tocaron unas tres canciones hasta que hicieron un inciso para explicar a los más jóvenes cómo fue el inicio de la nueva formación y para dejar claro que ellos no son un grupo que hace tributos, sino que su objetivo es seguir difundiendo la música de Triana, de ahí el nombre de su gira: “La música de Triana nunca morirá”. A partir de ahí la calidad del concierto y del ambiente en la sala no hizo más que crecer, ya que arrancaron de nuevo con una de las canciones favoritas de Juan José Palacios “Tele”, llamada “Sr. Troncoso”. Fue un momento muy emotivo, tanto para los espectadores como para Juan Reina (voz y guitarra española), ya que el “Tele” aparte de ser el fundador de la banda, también fue su mentor.
Los momentos más especiales se vivieron cuando sonaron los ya himnos “Tu frialdad” y “Una noche de amor desesperada”, en los que el público se dejó la voz, que llevaban reservando todo el fin de semana para el concierto. También se echaron en falta canciones como “En el lago” o “Sé de un lugar”, pero un repertorio completo nos habría llevado mucho más tiempo.
Debemos destacar el papel de Andrés Herrera “el Pájaro” en el espectáculo, ya que demostró su experiencia y personalidad a la guitarra eléctrica, a parte de la habilidad para puntear, cosa muy aconsejable en este tipo de grupos. También les acompañaban Raúl Fernández (a la guitarra eléctrica), José Pulido (al bajo), Jorge Martín (al teclado) y el nuevo integrante de la banda e hijo del cantante, Manuel Reina (a la batería), que fue presentado por su padre con gran alegría.
Antes de finalizar el concierto, cada componente del grupo tuvo tiempo para marcarse un solo con el que demostrar su calidad fuera de las notas marcadas por las canciones escritas. Delicia para los oídos de los presentes.
En definitiva, podemos concluir en que a pesar de las críticas, este grupo está formado por muy buenos músicos y algunos, con mucha experiencia a sus espaldas, lo que permitirá que las nuevas generaciones, y no tan nuevas, puedan disfrutar en directo de esta música tan especial que un día brilló, y que puede que vuelva a brillar.
Fotografías: Cristina Cordero.