Si un cajón flamenco nos da la bienvenida en el tema inicial del disco, Hoy, al poco tiempo el rock aparece para ya no abandonarnos en un disco donde Tonirito Leré se expresa con claridad y reivindicación.
Salvo ciertos coqueteos melódicos, el empiece de Persiana Bajada es sobresaliente, las guitarras están acordes a los mensajes afilados de la mayoría de canciones que sin devaneos aparecen críticas e incluso con desmesurada transparencia.
Entre las colaboraciones celebro especialmente los violines de Adela de la Vega nuevamente en Persiana Bajada o el epílogo de Manolo Kabezabolo en el denominado Bonus Trackatrá.
No hay bar que por bien no venga es una áspera definición de historias y temas candentes que exigen y apasionan por igual. Tonirito Leré interpreta, sin filtros ni tamices, a ritmo de rock que siempre es una buena evasión.