Sevilla, 5 de junio de 2009. Sala Q.
Todo un evento y parte de la historía de la música arribaba a la rivera Sevillana del Guadalquivir como una suave y refrescante brisa caribeña proveniente de Jamaica. The Wailers echaron amarras en la Sala Q durante un par de horas para hacernos vibrar con el reggae el estilo que The Wailers en compañia del legendario Bob Marley llevaron al éxito mundial.
The wailers mostraron una gran profesionalidad, fruto de los miles y los miles de kilómetros que han recorrido girando por los escenarios de todo el planeta. Todo esto se notó en la calidad del sonido, un sonido mimado por sus propios técnicos que sonorizaron a la banda de una manera sobresaliente. Lo notamos también en la cuidada interpretación, en la comunicación con el público y con el feeling que transmitieron a una audiencia que llenó la sala como la ocasión se merecia.
Llegaba el momento de que The wailers saltaran al escenario, las luces ya habian bajado y un aroma dulzón inundaba la sala, sólo faltaba que comenzaran los ritmos reggae para completar la atmosfera y entonces el recital comenzó con 'Natty Dread' seguida del primero de los clásicos en caer esa noche: 'Get up, stand up'. Tras ella 'Concrete Jungle', 'Sheriff' y 'Solution'.
La banda llega con dos de sus miembros originales, Al Anderson a la guitarra, un músico cúrtido en mil batallas, serio, de expresión profunda y quieta pero implacable en su manejar de las seis cuerdas. Por otro lado Junior Marvin a la voz y a la guitarra, con su estilo jamaicano y sus gafas de sol es un buen frontman que transmite mucho al público y sabe como incitarlo, animarlo y guia al público hacia el éxtasis reggae, sus armas canciones como: 'Rastaman', 'Stir it up', 'Three little birds', 'War'.
La agrupación la completaban un bajo, un bateria, dos teclistas y dos coristas que además de cantar estupendamente también bailaban moviendose a ritmo jamaicano. Llegaba el momento para una de las canciones más famosas: 'No woman no cry' cantada por todo el público como si de otro miembro del grupo se tratase. Con 'Jamming' en la que ya un desatado Marvin J. alzaba las manos mientras lanzaba ese grito de "We´re Jammmminn'…" cargado de una fuerza etérea que te entra por el oido directa y te pincha el cerebro entonces lo sientes, es feeling y cuando lo tienes en ese momento no existe nada mejor en el mundo.
La banda se despide trás un final apoteosico de 'Jamming' pero regresarian al escenario, no estaba escrito, no hace falta pero ese contrato existe y se respeta cuando musicos y público comulgan juntos e intercambian energía y sentimientos y en esta ocasión nos obsequiaron con unos buenos bises: 'Redemption song', 'One Love' y para terminar 'Exodus'
Y como cantaban Massive Attack…"Karmakoma…what? Jamaica aroma".
Fotografías: Alberto Ferraris.