A veces de un día anodino a una alternativa gratificante sólo hay un concierto de distancia. Los que acudimos a la Sala X curiosos y con ganas de que la moneda saliera cara podemos constatar que vivimos una noche de música en directo de muchos quilates.
La velada la abrieron los granaínos Chorrojumo que con nombre de bandido de su ciudad natal nos proponían un repertorio incesante de riffs y mensajes directos en castellano. Rompe la línea o El Mechero de su último trabajo, Jugo de Mojo fueron claros exponentes de un rock macarra y descarado.
Y les seguían los gallegos The Soul Jacket que aparecieron sobre el escenario sin su vocalista para iniciar el concierto con una fase instrumental con la que cautivarnos de inicio con toques de rhythm & blues y hasta jazzísticos. Pero a la impecable banda le faltaba la guinda en forma de la poderosa y rasgada voz de Toño López para interpretar temas que se desarrollan sin prisa, a veces de una forma cercana a una jam session.
Con los justos arreglos de un teclado y un aire americano palpable, el repertorio fue oscilando entre un power soul y una psicodelia (que ellos mismos denominaron como la psicodelia de las Rías Baixas) hipnótica y evocadora. Como si Joe Cocker fuera a salir de un momento a otro a cantar Summer in the city, la banda fue evolucionando de menos a más, dando pausas y silencios donde la voz lucía despojada del resto de la instrumentación para posteriormente desembocar en una apoteosis conjunta de ejecución.
Calidad a raudales a la que el público se acercaba con calurosas y sinceras palmas junto a la unión de voces en unos vitoreados coros, «it´s all right!» Conciertazo.
Fotografías: Óscar Romero