Después de más de una década sin aparecer por estas tierras, The Muffs nos ha visitado nuevamente, es extraño ya que este grupo no ha lanzado ningún nuevo disco y tampoco se caracteriza por hacer giras con regularidad.
Tal vez ese haya sido el motivo para que las entradas en Madrid se agotaran una semana antes del concierto, esto presagiaba el deseo y la ansiedad del público en recibir el sonido y las melodías de la carismática Kim Shattuck que a pesar de su edad mantiene vivo el espíritu y la energía adolescente, como se suele decir.
El comienzo fue con Agony y sin respirar continuaron con On and On, ningún tipo de descanso para descargar el repertorio que hacía vibrar a los presentes y aumentaba a medida que pasaban las canciones, llegando al punto más alto con Beat your Heart Out , el clásico Bigmouth y Oh Nina.
Sus 18 canciones iniciales desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos y era el tiempo de los bises, fue entonces en Ethyl my Love cuando Kim decidió dar protagonismo a los seguidores con un prolongado coro que inundaba la sala, el cual provocó una sonrisa en el rostro de los músicos y el agradecimiento por tan buen recibimiento.
En otra de las canciones Ronnie, el bajista, se arrojó al público mientras tocaba, este acto no tardo en ser imitado por algunos fans dando un mayor entusiasmo al espectáculo. Para cerrar eligieron la canción que los dio a conocer en su primer álbum y que tanto se escuchaba pedir a gritos: Lucky Guy, no obstante el “bonus track” lo dio la cantante sola con su guitarra culminando con una acústica y melódica armonía mientras el resto de la banda sacaba fotos y grababa el acontecimiento.
A pesar de que el sonido no fue el más exquisito se vieron caras sonrientes entre todos los asistentes al finalizar la actuación, sinónimo de que no defraudaron en absoluto.