La pareja que forma parte de la banda de Steve Earle, The Mastersons, en su tercera fecha de los conciertos programados en su gira por España en este 2017, vinieron a mostrarnos su discografía hasta la fecha y alguna que otra primicia de su inminente tercer disco.
Chris y Eleanor, alias THE MASTERSONS, se presentaban a la cita bien escoltados por dos miembros de Los Coronas (Javi Vacas al y Roberto Loza a la batería) para mostrarnos al público madrileño porqué se han convertido en uno de los referentes actuales más interesantes del country-rock melódico a nivel internacional.
Pese al retraso en aparecer en escena, lo que suscitó una mayor dosis de excitación en el público, hizo sacudir con más ganas su aparición en el escenario. Haciendo gala a una auténtica estética tejana, acorde a la música que llevan dentro, no deja lugar a duda que son un grupo en el que el rock americano corre por sus venas, ambos con sus cazadoras vaqueras luciendo en la espalda el título de su último disco.
Su discografía al completo recoge una amalgama de melodías, armonías y delicadas composiciones, que nos recuerdan a los míticos (Tom Petty and the Heartbreakers, Neil Young o Wilco). Las canciones de la banda son esencia americana destilada que te hacen viajar al paisaje más rural de Estados Unidos.
Con una música preciosista, donde brilla especialmente la voz hechizadora de Eleanor, compaginando su violín con un ukelele, y esa forma tan peculiar de tocar la guitarra de Chris donde sin grandes alardes técnicos, es capaz de extraer lo más auténtico del sonido de Austin. Su magia musical nos mantuvo bajo el embrujo de una actuación de poco más de una hora.
No dejaron escapar la oportunidad de tocar algún tema de su nuevo repertorio que presentaron al público de Madrid. En seguida te das cuenta del gran aprecio que tienen por España y la calidez de su gente. No dejaron en el tintero ninguno de sus grandes hits.
Así pues, desde el inicio fascinaron con algunas de las más recientes melodías angelicales, un auténtico lujo su estreno para los privilegiados asistentes que, a partir de “You could be wrong” degustamos la audición de uno de los títulos del nuevo disco “Transient lullaby”, así como una contagiosa “Fight” y una portentosa balada como “This isn’t how it was supposed to go”. Posteriormente continuarían fascinándonos con “Don’t tell me to smile”, en la cual Eleanor nos cuenta que la canción nace debido a que el público siempre le grita que está muy seria cuando toca el violín en el escenario y quería explicar que tocar el violín es algo muy serio.
Continuaron con otra suculenta balada “Highway 1” y dos perlas como “Shine on” y “Perfect”.
No se olvidaron del anterior álbum del 2014, y nos maravillaron con canciones tales como “Cautionary tale”, “If I wanted to”, “Uniform”, “Closer to you”, y una imprescindible “Good luck charm” que emocionó a todo el personal asistente.