En una noche donde la luna fue más grande y brillante que llena, la banda formada actualmente por Adrian Pitts (voz principal y guitarra), Isidoro Aliaño (órgano Hammond), Julio Cable (guitarras y coros), Juanma Vílchez (batería y percusión) y Ramón Pavón (bajo), compartieron escenario con algunos de los antiguos componentes de la banda en sus diversas etapas, llegando a formar en algunos temas, una superbanda de más diez músicos que disfrutaron e hicieron disfrutar a los presentes. Destacar en estas líneas la interpretación de Raquel Pavón (hija del bajista de la banda) que supo integrar los sonidos de su violín junto a los de Alejandro Gamaza con el clarinete, de forma excepcional.
Como si de un pozo sin fondo se tratara, guitarras, violín, armónica, mandolina, clarinete y demás instrumentos aparecían en escena para dejar ver el folk-rock de The Capris para luego dar paso a registros más contundentes y roqueros en los temas de su último trabajo.
La banda liderada por el londinense Adrian Pitts con un sonido compacto y auténtico, descargaron muy buenos temas a lo largo de más de hora y media. Temas que poco a poco ganaban en intensidad, con la que ya empezaron desde los primeros acordes, así como en electricidad y dinamismo, con algún que otro percance con latas de cervezas y el cable jack jack de Julio que solventaron con bromas amenas y risas con el público.
Resumiendo, decir que lo que se presentaba como una noche fría de primavera gaditana no pudo acabar más caldeada gracias a The Capris que tocaron juntos, revueltos y unidos por un destino, un gran y destino.
Desde aquí, desear mucha suerte en este nuevo proyecto, el rock más auténtico está claramente de vuestro lado.
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