No puedo comenzar esta crónica sin incidir en el maravilloso marco que este festival se enclava,en el CAAC de Sevilla, en pleno corazón del Monasterio de la Cartuja. Y el público se dirigía allí no como turistas ocasionales sino dispuestos a disfrutar de una gran velada y también… a bailar.
Y sin más preámbulos saltamos con los ritmos y la propuesta de los "Balkan Beat Box" que salieron enchufados al concierto desde el inicio y animaron y dejaron bien claro que su actuación no sería un aperitivo sino un plato fuerte. Predominaron los sonidos de viento intercalando temas instrumentales con otros cantados en expresiones donde fusionan hip-rock con elementos árabes, gitanos. Resultaba curioso ver cómo la gente que iba llegando quedaba prendada de esta banda para poco después ponerse a saltar y bailar como el resto.
Con Luzbel y los Diplomáticos llegaron momentos de nostalgia y añoranza. Personas de mediana edad se dejaban ver entre las primeras filas siguiendo las canciones y cantándolas. La banda recordó a Silvio y de sonido no estuvo mal. Consiguieron momentos entrañables y a más de uno le traería más de un recuerdo y con esto poco más que añadir.
Max Romeo dio una lección magistral de reggae. El año pasado disfrutamos de Lee Scratch Perry y esta edición nos tocaba recibir a uno de los grandes maestros de la música reggae, por supuesto desde Jamaica. La banda y él tuvieron un nivel musical y vocal más que notable. Los temas, más de uno mítico (incluso incluyendo alguna versión de Bob Marley) sonaron son su tempo justo, con sensibilidad, con gusto. El reggae entró a través nuestra para mecernos suavemente, acostumbrándonos a una atmósfera armoniosa…fantástica clase magistral.
Tabletom nos quiso convencer de unas formas de rockandaluz para mi gusto demasiado tosca y primitiva que con un cantante al que no se le entendía nada y la banda andaba algo descolocada durante la actuación.
Y llegaron los cabezas del cartel, Orishas. Los cubanos venían con un disco a punto de lanzar "Cosita buena" pero fueron sus hits "A lo cubano" y "Nací Orishas" lo que gustó y más disfrutamos de su actuación que abusó de las bases pregrabadas. A nivel vocal tampoco resultó meritoria su presencia en el Terrirorios a pesar de que basan mucha de sus cualidades en las conjunciones de sus vocalistas aunque con sus movimientos y bailes mantuvieron un punto de interés, especialmente entre las féminas situadas en primera línea. Por todo ello ni decepcionaron ni entusiasmaron aunque quizás no hicieron gala de esa condición de cabeza de cartel.
No quisiera cerrar la crónica sin reseñar las actuaciones entonadísimas de Pulshar y Soul Jazz Records Sound System en el escenario CAAC Stage que es un enclave situado dentro de una sala del Monasterio que desde que entras te deja embelesado y tienes que frotarte los ojos hasta convencerte que allí se está realizando una sesión de Dj…asombroso.