Pérdidas de avión de Kavinski aparte, el cierre de este Festival primaveral en su jornada más pop-rockera de todas tuvo sus altibajos, aunque gozó de ese carácter multicultural que se ha convertido en su seña de identidad.
Estreno del escenario principal ICAS Stage con Caribou que nos presentaron una propuesta basada en una doble percusión que ocupaba la línea delantera del escenario dejando los aspectos vocales en un premeditado segundo plano. La batería fue lo más destacado de los canadienses en una actuación que gustó mucho, jugueteó con la electrónica y recibieron con ritmo a quienes iban entrando al Festival en su última jornada.
De allí nos fuimos a presenciar el concierto de Sr. Chinarro. Quien les escribe había escuchado dos de sus discos y esperaba con interés escuchar esas canciones costumbristas y con el sello tan personal de Antonio Luque. Además jugaban en casa, en Sevilla, pero resultó decepcionante ver una banda tan sumamente estática y un aparente malhumor con comentarios fuera de lugar(quizás agravado por problemas de sonido) que convirtió aquello en una ejecución de canciones sin más, carente de sentimiento que rozó el tedio. Esperemos para la próxima mejore mi opinión. Aún así pude saborear algo de "San Antonio" o "El gran Poder", canciones de su último disco que me parecieron de lo mejorcito del concierto.
Yo la tengo eran sin duda los más esperados de la noche. Los norteamericanos representan un tipo de música "moderna" que por lo que presencié la noche que nos ocupa a veces roza la genialidad a veces puede resultar surrealista o del género absurdo. Con un repertorio donde Kaplan, guitarra en mano, se lució con extensos riffs y exhibiciones para mi gusto de excesiva duración aunque reconociendo que nos dejaba atónitos, al menos los primeros 5 minutos…
Me gustaron más cuando Kaplan pasaba al órgano y nos mostraban el repertorio más popero. Hay que reconocer que es una banda cuando menos peculiar, capaz de crear controversia y sin dejar lugar a indiferencia lo cual tiene su mérito. Supieron manejar su rol en el festival y se sintieron importantes y seguros. Supongo que dejaría opiniones para todos los gustos y hasta aquí estuvo la mía.
Y entonces aparecieron New York Dolls. Incorporados prácticamente a última hora resultó sorprendente su aparición en el escenario, comiéndose el mundo a golpes de rock and roll. Con similitud asombrosa con Rolling Stones o Aerosmith, entre otros, exhibieron gran cantidad de clichés asociados a estas mismas bandas. Posturitas, bailes provocadores y repertorio ácido que conectaron con el público, sorprendido por esta mítica banda setentera. Johansen (vocalista) que junto a Sylvain (guitarra rítmica) son los supervivientes desde el origen del grupo, estuvo tremendamente activo, dirigiéndose constantemente a la gente y aunque la edad no perdone mantuvo su papel "showman" en todo momento. Incorporaron a su repertorio "Piede of my heart" de Janis Joplin y me encantaron canciones como "Babylon" o "we´re all in love" armónica incluida, sublime. A mi me encantaron.
Y para mi supuso el cierre por este año del Territorios aunque ya voy contando los días para el próximo. Gracias y felicitaciones a todos aquellos que lo hicieron posible.