Sevilla, 4 de junio de 2009, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
Apenas recuperados del fin de semana grande del festival territorios comenzaba la segunda edición de territorios digitales. La noche del jueves contaba con el programa doble de Benge y de Tim Exile y registró una asistencia bastante floja de público.
Este año se cambió el emplazamiento del evento al CAAC, en el monasterio de la cartuja, en detrimento de las Reales atarazanas que ofrecen una atmósfera más propicia para sumergirnos dentro de este tipo de música.
Si en la primera edición se reflexionaba sobre la digitalización de la música en está se muestra el punto de fricción entre el trabajo artesanal realizado con medios analógicos y las nuevas formas de crear con la tecnología.
Comenzó la doble sesión Benge que nos mostraron como experimentar con sintetizadores antiguos y la imperfección analógica. Nos propusieron la banda sonora de un viaje interestelar y fueron aterrizando con la ayuda del crepitar de las imperfecciones de los discos de vinilo.
A continuación Tim Exile que saltó al escenario con un micro y comenzó a componer ritmos de percusión sampleando sus efectos vocales. Luego cambió de registro llegando a sonar como un techno pop siniestro bajado de revoluciones esto hizó arrancar a bailar a las más animadas. Después
sacó su juguete sorpresa: un joystick, con él bajó al público mientras controlaba la música con el joystick. Tras lo cual intentó entablar conversación con el púlico mientras manipulaba su voz pero las dificultades lingüisticas le hicieron seguir con la actuación. Una vez concluida su actuación retornó para ofrecer un bis dada la insistencia del público.
Fotografías: Alberto Ferraris