Es tremendamente difícil alinear en consonancia el nombre de la banda, Sonido Bikini, con un estilo musical que oscila entre el punk y el noise rock. Esto resulta, de entrada, chocante.
Donde uno imagine ambientes surferos o cuando menos latinos encuentra parajes de rabia contenida, de ganas enjauladas por expresar con la música y mucha guitarra como cauce. Sólo hay que escuchar En el fin del mundo para saber de lo que hablo.
Un EP de 5 canciones donde las florituras se aparcan y donde el trío que componen Sonido Bikini se ponen el mono de faena y tiran una moneda al aire esperando que salga cara. No contemplarán pasivos el caer de la moneda, tiene la impresión de que soplarán lo que haga falta.