18/2/10 Sevilla, Sala Q.
Skunk D.F. llegaba a Sevilla para presentar 'El crisol', su nuevo trabajo. El público escaseaba, pero a pesar de la floja entrada la banda estuvo bien arropada por un público muy animado. Independientemente de la cantidad de público el grupo salió a escena a darlo todo y se vació sobre el escenario en una demostración de profesionalidad y pasión.
(Visita la galeria de fotos del concierto: http://www.facebook.com/album.php?aid=164241&id=262493003786 )
Vivimos otros tiempos: miles y miles de entradas que se agotan en pocos minutos, macroestadios que se llenan hasta la bandera con artistas auspiciados por los anuncios a bombo y platillo de telediarios, vendiendo estos eventos y contribuyendo a alimentar la moda del yo estuve allí. En definitiva ahora eso es lo que importa, el figurar, poder decir: '¡Yo estuve allí!' los próximos años y presumir enseñando esa foto desenfocada que hiciste con el móvil. Herramientas de vanidad que desvirtúan la verdadera ceremonia que constituye la música en directo, ceremonia que tristemente hoy en día se vive a través de una pantalla LCD de 3×3 centímetros. La magnitud de un artista planetario que en el mejor de los casos te trae la mediocridad de un trabajo fotocopia en blanco y negro de lo que fue en su glorioso pasado pero envuelto con fuegos de artificio. Como en todo hay excepciones, las menos.
Pero también existen unos pocos afortunados para los cuales nunca se quedaran sin entradas para ver a sus grupos preferidos personas que pueden disfrutar de la cercanía de los grupos / artistas que más les hacen vibrar y que les ponen la carne de gallina en el calor de una acogedora sala de conciertos y no en un impersonal estadio en la que sentirte diluido como una gota de agua en medio de un océano.
Da vergüenza e (aunque los conciertos nunca han sido ni serán una ciencia exacta) inexplicablemente ocurre que grupos como la copa de un pino, incluso internacionalmente conocidos, acaben tocando ante una docena de espectadores. La manera de reaccionar de unos y otros marca una diferencia de carácter: puedes ver salir al mismo grupo más motivado ante apenas cien personas que ante tresmil. O ver a un músico manar litros de sudor por cada uno de sus poros y entrar en éxtasis en dos horas de concierto frente a quince personas. El panorama en la sala Q esa noche no era tan desolador pero sin duda debería de haber estado mucho más llena por la calidad del show que despliegan Skunk D.F. Así que sólo un puñado de afortunados pudimos gozar de ese gran concierto que los madrileños nos ofrecieron.
Las sensaciones después de escuchar 'El crisol' no eran muy halagüeñas de lo que seria la presentación del disco en directo, sin embargo en vivo las canciones que componen el nuevo trabajo de Skunk D.F. adquirieron otra dimensión. Todo ello en un show muy bien equilibrado al introducir temas que repasaron el resto de su discografía sin dejar ninguno de sus anteriores trabajos en el tintero.
Tras caminar por diversas vertientes del metal, como por ejemplo el nu-metal, Skunk D.F. rebañan del fondo de éste 'Crisol' el resultado de estos 15 años de metal ahora fundidos y que resultan conformar un material más melódico que nunca, dejando atrás lo seminal de sus primeros trabajos y continuar avanzando en la línea de los trabajos que siguieron. El grupo sigue pues avanzando por esa meseta que deja a un lado lo más metalero a favor de un rock más inofensivo, pero no por ello menos efectivo, aderezado con diversos arreglos, teclados y programaciones. Un 'Crisol' que suena más duro y con más potencia en directo que en disco.
Skunk D.F. comenzaron el show con 'En noches como esta' tema que abre el nuevo disco. Una buena opción para romper el hielo, un tema rockero con aires AOR, pero la banda pronto dejó claro que habría mucho espacio para repasar su discografía y así pues sonaron de sus discos ‘Esencia’ y ‘Dentro’ los temas 'lucha interior' 'Manifiesto' y 'Supervivencia' todos ellos con un sonido más metalero. Tras este salto al pasado vuelta al presente para uno de los temazos del nuevo disco: 'Decreto ley'.
Hay que destacar la enorme labor de German, cantante de la banda, con su constante cercanía, frecuentemente física, con el público y su entrega sin condiciones que contrasta con su imagen, imagen que a priori no concordaría con el rol de frontman. Y sí, la imagen del grupo fallaba, no existía cohesión, cada uno iba a su bola: German lucía la desidia pasota y despreocupada del grunge con unos comunes vaqueros y una anodina camiseta blanca. Un gran contraste comparado con el bajista Pepe Arriols que con sus tatuajes y torso descubierto podría salir directamente de unos glamurosos Mötley crüe.
En resumen el concierto fue un exquisito y equilibrado batido de sus trabajos: Equilibrio, Dentro, Neo, El Año del Dragón, Esencia, y éste último: El Crisol.
Fotografías: Alberto Ferraris Ravé.
Setlist:
En noches como esta.
Lucha interior.
Manifiesto/Supervivencia.
Decreto ley.
cirkus.
Eternidad.
Este dolor.
Musa.
Invisible.
Icaro.
Loto.
Supernova.
En 5 minutos.
Muerte & destrucción.
Carpe diem.
Úiltima oportunidad.
Himen.
Cuarto oscuro.
EL crisol.
Adios.
Anestesia.