Cuando en los ochenta sonaban en nuestros casetes en cualquier zona verde de Madrid al amparo de unas litronas sus temas te hacían ver que no era un grupo de rock cualquiera y llenaban salas con grupos tan dispares como la uvi, burning, la frontera, ilegales, loquillo o los suaves, porque en sus canciones puedes escuchar blues, pop, punk pero sobre todo son una banda de rock, del que nos gusta a los viejos roqueros, de los que te hacen votar de principio a fin y que sus letras ácidas y sarcásticas revolvían y revuelven conciencias.
Por fin estamos dentro y fieles a su carrera empiezan dando caña, mientras buscamos que nos alegraran la noche, ellos buscaban un torero que les alegrara el día………. Primer temazo y la peña que abarrotaba el local ya entregada, desde los veinteañeros a los cincuentones, algunos de traje y con pocos pelos que peinar, saltaban poseídos, desde la primera fila a la escalera. El delirio llega pocos temas después, cuando nos salen con una versión de los OBUS (litros de alcohol) indescriptible toda la sala con los brazos en alto cantando vamos muy bien, borrachos como cubas………. A partir de ese momento fue un no parar, la peña había enloquecido, muy de agradecer el buen sonido que había, ni excesivamente alto que se hace insoportable pero muy cañero y escuchándose a la perfección todos los instrumentos y la voz de Julián, tan solo le faltó un poco de sonido al saxo, un instrumento que le da mucha fuerza a los temas más rockeros.
Nos dieron un pequeño descanso cuando Javier cambia su Gibson SG se enfunda un slide y nos tocan unos temas más……. Qué mas da, una base contundente con una guitarra blusera y vacilona y para colmo, tanto el guitarra, Javier como el bajista Oscar se marcan unos temas, ahí el técnico se le paso subir esos micrófonos que estaban a volumen de coros y apenas les podíamos escuchar, una pena
En este momento de relativa tranquilidad la peña asada de calor un gran fallo de la sala, el aire acondicionado brillaba por su ausencia, aprovecho para mojar el gaznate, DIOS una barra petá de peña con cuatro camarareras que hacían lo que podían porque sólo había un grifo funcionando y para colmo, como era de prever, se termina y tardan un interminable cuarto de hora en cambiarlo.
Donde estarán esos colegas que me mostraron a este grupo treinta años atrás, en que tresillo se aplastaran, como decían los Topo, recuerdo alguno que en sus viejos tiempos, no se habría perdido un concierto como este, con las consecuencias que tenía, dos días de farra continua. Ya con mi cerveza en la mano y los viejos recuerdos en la cabeza , nos vuelve la caña y aunque la peña anda más que asfixiada los botes vuelven hacer vibrar la sala y como no podía faltar un Miña terra galega, un bailare sobre tu tumba, etc….. Vamos ya no dejaron de sonar los clasicazos de siniestro, que tienen para aburrir, con esos riff AC DC y con los comentarios vacilones de Julián que hicieron de este concierto algo grande y a mi parecer que podía haber sido más bestia si el calor que hacia no hubiese dejado a la peña exhausta, gente saliendo de la sala ahuecándose la camiseta y buscando un bar para intentar refrescarse.
En resumen, un diez para el grupo que siguen fuertes como antaño y que no decepcionaron, un ocho para el técnico de sonido que nos hizo disfrutar con muy buen sonido (por fin un concierto con buen sonido) parece irónico tener que celebrar esto y un seis para la sala que aunque puso suficiente personal, amable y dispuesto a que todo saliese bien, en las barras no tenían medios, un gran fallo lo del aire que solo se podía notar en la puerta, de hecho los últimos temas mucha gente se agolpaba en esa zona porque era el único sitio donde había un chorro de aire fresco y eso si muy buena sala, bien distribuida, con muy buen sonido, donde resulta cómodo ver un concierto y las tres barras que hacen que sea fácil acceder desde cualquier punto a una birra.
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