Como ya hemos anunciado, la nueva edición de Territorios Sevilla tendrá lugar los próximos 20 y 21 de mayo en el recinto del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla (Monasterio de La Cartuja). A los nombres que ya anunciamos hace semanas, la organización incorpora un nuevo puñado de confirmaciones haciendo especial hincapié en la fusión, el reggae, el soul y la world music. Los nuevos nombres que entran a formar parte del cartel este año son los siguientes, muchos de ellos auténticas leyendas vivas y otros nuevos artistas que ya generan escuela:
BLACK UHURU – RACHID TAHA – MUCHACHITO – RAIMUNDO AMADOR – BOMBINO – NIÑO DE ELCHE – EBO TAYLOR – AURORA & THE BETRAYERS – LUCÍA LILIKOI
En 1980, los indomables jamaicanos Sly & Robbie iniciaron una estrecha colaboración con Black Uhuru que duraría 5 años y culminaría nada más y nada menos con la consecución del Premio Grammy. Durante la primera parte de los ochenta Black Uhuru fue la fuerza que lideraba en Jamaica la industria de la música, llevando por el mundo sus energéticos shows y arrasando los escenarios con memorables conciertos al amparo de grandes álbumes como ‘Sinsemilla’ o ‘Chill Out’. La época dorada del grupo Black Uhuru, creado en 1977 por Duckie Simpson, coincidió con la incorporación de la voz femenina de Puma Jones y el energético vocalista del ghetto de Kingston Michael Rose. Tras la muerte de Ma rley en 1981, todos los críticos buscaban el ente musical que supliese aquel vacío. Muchos apuntaron a Black Uhuru en una época en la que bajo el sello Island Records, la banda cosechó su mayor éxito. Tras abandonar el grupo Michael Rose y Puma Jones (esta última fallecida en 1990), Duckie Simpson siguió manteniendo la marca Uhuru. Ahora ha decidido volver en 2016 junto al vocalista Andrew Bees para poner de manifiesto que ellos son una de las bandas fundamentales de la música reggae.
El cantante, compositor y activista argelino Rachid Taha se ha convertido en un referente de la voluntad de modernización de la juventud árabe. Para ello ha defendido la evolución de una música que, sin dejar de estar estrechamente conectada a sus raíces, integra otros estilos, ya sean estos pop, rock o tecno. Además, Rachid siempre ha hecho gala de un fuerte componente ideológico, ya desde los días en los que debutó como cantante del grupo Carte de Sejour. Algunos hitos de su extensa carrera son la popularización del estilo chaabi, gracias al gran éxito que obtuvo con su versión de ‘Ya Rayah’, y su participación en el disco ‘1, 2, 3 Soleils’, junto a Khaled y Faudel, lo que supuso la universalizaci&o acute;n definitiva del “raï”. En su excelente nuevo álbum ‘Zoom’ -en el que colaboran Brian Eno y Mick Jones de The Clash- hace gala de una gran diversidad de estilos mezclando tributos a Elvis Presley y Oum Kalsoum con electro-rock, down tempo, efluvios árabes, dub, trip-hop e himnos antifascistas. Su eclecticismo sonoro se acompaña por unas impactantes puestas en escena en las que hermana con naturalidad los sonidos orientales y occidentales.
Muchachito es Jairo Perera Viedma, nacido en Santa Coloma de Gramenet en 1975, extrarradio de Barcelona y cuna de una enorme inmigración. A los seis años ya tenía claro que quería ser guitarrista y en su casa ya cantaba imitando a Peret, Gato Pérez o Michael Jackson. Era solo cuestión de tiempo que formara una banda. Así pasó por varios grupos creados en el barrio hasta crear Trimelón de Naranjus en 1993. Después de siete años tocando, Jairo se quedó muy desengañado de todo lo que rodea al mundillo musical y decidió empezar de cero. Comenzó a tocar él solo en innumerables bares y garitos atestados. Así nació el rumboxing (rumba más swing a velocidad de vértigo ). «Un combate cuerpo a cuerpo con el público», comentaban al respecto de sus shows. A partir de esto, nacería la leyenda de Muchachito Bombo Infierno, un revolucionario de la rumba rock que a principios de 2005, con la edición de su tercer álbum ‘Vamos que nos vamos’, no ha dejado de subir como la espuma, ya sea en solitario como imparable one man bad o junto a su banda de intrépidos secuaces del ritmo. Su paso por Territorios será el esperado debut de las canciones de su nuevo y cuarto álbum. Conoceremos su nueva formación y tendremos la garantía de que no podremos dejar de bailar.
“A Jimi Hendrix se lo debo todo”, es su proclama. Guitarrista iconoclasta, revolucionario del “toque” flamenco a través del virtuosismo rockero, Raimundo Amador ha vivido el underground y el éxito más rotundo, asimilando las raíces de la música popular andaluza y experimentando con las fusiones. Se ha codeado con nombres legendarios de los palos más dispares, pero siempre ha sido fiel a su idiosincrasia gitana. Raimundo el de los Amaya, el de Pata Negra, el de Veneno, el que acompañó a B.B. King en su gira española de 2004 o el que sedujo Björk con su guitarra Gerundina. Nacido en Sevilla, Raimundo pasó gran parte de su vida en el barrio de Las 3.000 viviendas, donde se gestó el germen infeccioso del flamenco más puro y emocional. En el tablao de Los Gitanillos conoció a Camarón y Paco de Lucía. Con el primero colaboró posteriormente en la grabación del seminal disco ‘La leyenda del tiempo’. Casi nada. A mediado de los setenta conoció a Kiko Veneno, pero fue en 1977 cuando junto al de Figueres y a su hermano Rafael formaría parte de los míticos Veneno, banda que acabó influyendo en el devenir de la siguiente generación de músicos andaluces. De King Crimson a Miles Davis, de Johnny Winter a Lole y Manuel, el peculiar microcosmos de Raimundo Amador está plagado de influencias y colaboraciones. El título de su último disco de 2010 lo delata: ‘Medio hombre y medio guitarra’.
Bombino es uno de los hijos de esta tradición musical que los medios han sabido proyectar internacionalmente como “estrella tuareg”. Al igual que otros estetas del género como Tinariwen, Omara “Bombino” Moctar representa a un tipo de músicos capaces de navegar entre la tradición más genuina y la irreverencia de la música contemporánea occidental. Originario de una región con gran presencia tuareg (Agadez), Bombino fue en los primeros años de su vida un refugiado, con constantes idas y venidas a Argelia, todo esto en años convulsos de rebelión de este pueblo a causa de su creciente marginalización, aspecto que se ha visto reforzado especialmente en Níger y en Malí. Este exilio permanente fue forzado incluso en 2 007, época en la que aprendió a tocar el instrumento que ha sido santo y seña del llamado blues del desierto: la guitarra eléctrica, elemento común en toda una serie de artistas míticos de la franja del Sahel. Iconoclasta y rupturista, el nigeriano ha ido acuñando con el paso del tiempo una personalidad única que ha acabado colocándolo en lo más alto del podio de la world music. Después de su increíble éxito en 2013 con ‘Nomad’, un álbum producido por Dan Auerbach de The Black Keys, el guitarrista tuareg publicará su tercer disco el próximo 1 de abril a través del sello Partisan. ‘Azel’ ha sido producido por Dave Longstreth (Dirty Projectors) y mezclado por David Wrench (FKA Twigs, Caribou, Jungle).
El interés por varias disciplinas y el fuerte rechazo a la tradición hacen evidente la tentación de catalogarle como un punk dentro del mundo del flamenco. Un profanador de lo jondo, dicen por ahí. Francisco Contreras, alias Niño de Elche, ha logrado lo que pocos de su especie han conseguido: superar el corsé que imprime las raíces de la música popular mediante una transgresora vuelta de tuerca, una maniobra de funambulista donde la experimentación y la conciencia social se unen como una perfecta herramienta de seducción masiva. Cantaor con hechuras de grande, asiduo a la experimentación musical y ahora personaje encumbrado como esteta de la vanguardia popular, este joven artista ha logrado seducir a todos los entornos de la música, desde asiduos al flamenco m&aacu te;s ortodoxo hasta rockeros, electros, indies y amantes de la world music. 2016 ha empezado con fuerza para el alicantino. Ganador absoluto en las listas de lo mejor de 2015 de El País o Rockdelux, entre otros medios, Niño de Elche y su banda llevan una buena temporada irrumpiendo en los escenarios de media Europa presentando su inclasificable nuevo disco, ‘Voces del extremo’, una mezcla de pop, ambient, new-wave y kraut-rock que recoge textos de poetas contemporáneos como Antonio Orihuela, Inma Luna, Bernardo Santos o Begoña Abad, todos ellos enmarcados en la llamada poesía de la conciencia.
Ebo Taylor aterrizó en Londres en 1962 desde su Ghana natal. Por aquel entonces era un chico con un talento inigualable para la guitarra. Su objetivo era estudiar composición y orquestación con uno de los grandes educadores musicales del Reino Unido, Eric Guilder. Curiosamente, Ebo coincidió con un compañero de clases que acababa de dejar sus estudios de medicina para dedicarse a cantar. Aquel chico se llamaba Fela Kuti, ¿os suena? Tres años después cada uno siguió su camino. Kuti, viajó a Nigeria y Estados Unidos, fundó Nigeria 70 e inventó el afrobeat, consiguiendo el reconocimiento de ser nombrado uno de los genios de la música del siglo XX. Taylor, entretanto se dedicó al jazz. De regreso a su tierra comenzó a experimentar con un género musical que empezaba a hacer furor, el highlife. En 1969 fundó la Stargazers Dance Band, luego la Broadway Band y finalmente la Uhuru Big Band, durante la época de oro de las grandes orquestas en Accra. Ebo Taylor es cool, es funky, es jazzy, es rastaman vibration, es afro, es beat y es un soulman como la copa de un pino. Tras un descanso de casi 30 años, Ebo regresó a la escena con su clásico de 2010 ‘Love & Death’, obra maestra a la que le ha seguido el inmenso ‘Appia Kwa Bridge’. Este año hemos querido reivindicar desde Territorios a una de esas figuras claves a la hora de entender la música desde su perspectiva ecléctica y multirracial. Una leyenda vida.
Aurora García es una de las voces más convincentes de la escena de música negra nacional. El veneno del soul le entro en vena a la corta edad de 15 años, tocando la guitarra y cantando en su primera banda de rock, Rat Racers. A partir de entonces comenzó a navegar por los sonidos de raigambre clásica militando en distintas bandas con las que fue moldeando su estilo hasta encontrar una forma de cantar y actuar tan peculiar como incendiaria. Su etapa como cantante solista del grupo Freedonia terminó por consagrarla como una de las mejores voces nacionales, según crítica y público, consiguiendo con ‘Heaven Bells’ el premio a la mejor canción de los premios Pop Eye y los premios a mejor banda revelación y mejor banda soul según las encuestas de El País. Durante el año 2013 volvió a dar un giro a su carrera creando el proyecto Aurora García Sextet, con el que se dedicó a repasar el cúmulo de influencias de las que ha ido alimentándose durante toda su trayectoria musical. Su liderazgo como cantante solista la ha llevado durante esta última etapa a colgar el cartel de sold out en casi todas sus actuaciones. Su nuevo proyecto (el más personal) se llama Aurora & The Betrayers y ha visto la luz en febrero de este año. El álbum de debut, que lleva el título de ‘Shadows Go Away’ y donde ha colaborado el maestro Julián Maeso, destapa influencias que pasan por el folk americano, el soul, el funk, el R&B y la música pop.
Suena una voz en mitad de la calma y tu subconsciente se destapa con cientos de polaroids repletas de paisajes brumosos y atardeceres a pie de playa. Lucía Lilikoi es un cantante, compositora y multi instrumentista española residente en San Francisco, una artista capaz de generar con su música niveles de consciencia dignos de una verdadera sacerdotisa pagana. Su tercer álbum (el que presentará este año sobre uno de nuestros escenarios), arrastra el ilustrativo título de ‘Vessel’, una pequeña obra maestra de pop intimista y sensitivo que nos propone un viaje a través del agua como medio de purificación y crecimiento personal. En su grabación han colaborado artistas del nivel de Julie Wolf (Ani Difranco, Joan Baez, Sia), Joey Maramba (Rickie Lee Jones, John Cale) o Dan Brantigan (Kaki King). Sus canciones, verdaderas joyas emocionales, beben del mismo manantial del que antaño se saciaron intérpretes del calibre de Suzanne Vega, Nico, Kristin Hersh, Dolores O’Riordan o Loreena McKennitt. Un viaje de la mujer heroína a través del océano que supera todas las etiquetas. ¿Deberíamos hablar de world music? ¿Música espiritual? ¿Folk ensoñador?
Estos son los nuevos nombres que se suman a un cartel donde ya contábamos con la presencia de Crystal Castles, Izal, The Wombats, The Horrors, Milky Chance, Tindersticks, Neuman, Pájaro, Peter Björn & John, Corizonas, El Guincho, Rat Boy, The New Raemon, Capaz, Belako, Sex Museum, Ángel Stanich, Nikone, Iván Nieto, Foyone, C. Tangana, El Coleta, Jarfaiter, Fundación de Raperos Atípicos de Cádiz (F.R.A.C.), Jesuly, Denom, Bombony Montana & Lone, C. Terrible (Socio Ejecutor) y Danié Lasio & Dj Akhet.