Segundo trabajo de esta banda que es simplemente impresionante , ¿por qué?, muy sencillo, una producción que resalta y deja a las claras diferentes facetas musicales de la banda en un trabajo lleno de contundencia en las guitarras pero a la vez muy variado.
Comenzamos con la fuerza de “trescientos treinta y tres” que te pone las pilas, guitarras que suenan salvajes junto a melodías irresistibles, buen sonido de metal que da paso a la explosión de “Ritual” donde también la melodía tiene un papel principal.
“Tinta púrpura” impresiona con una letra que desgarra el corazón a ritmo de sonidos que pueden recordar a Sober pero con una interpretación vocal totalmente alejado del grupo madrileño lo que conlleva una marca propia donde las pinceladas de los teclados dan color a la composición en fragmentos donde las guitarras imprimen dureza y oscuridad.
Seguimos escuchando el disco y te vas sorprendiendo canción a canción por la enorme variedad y versatibilidad de Shinova que está patente en una joya como “Lejos del sol”, puro rock americano de corte acústico que encandila y engancha o “Pequeño planeta” donde los coros femeninos en cierto tono operístico te dejan perplejo de forma positiva junto a una letra cautivadora.
Me ha gustado muchísimo y no lo puedo negar. “Latidos” , me pareció un gran trabajo pero en este segundo disco le han dado más personalidad a las composiciones y a su sonido.