Dieciséis temas y casi cincuenta minutos componen el extenso álbum del músico y productor  Sergio Nevado en el que convergen música clásica, música electrónica y folk-rock en su lado  más ambiental. Canciones intimistas que tratan sobre reflexiones existenciales y relaciones de  amor. 

Las canciones del disco tienen su origen en una serie de composiciones instrumentales minimalistas para  piano y cuerda inspiradas en la música de Arvo Pärt y Philip Glas. Otro elemento fue un conjunto de  poemas de corte místico-simbolista pensados para publicarse como poemario inspirados en la tradición  de la poesía mística de autores como Rilke, Clara Janes o Cirlot que acabaron transformados en letras.  Todo esto cohesionado con una producción con la que ha experimentado inspirada en la electrónica de  Tim Hecker, Four Tet o Kiasmos. 

 Al respecto Sergio comenta que “la unión de estos ingredientes artísticos no ha sido un collage casual  de influencias, sino una búsqueda intencionada de un sonido y un discurso que diera forma al objetivo  expresivo que tenía en mente. Una forma de compartir artísticamente las vivencias que he experimentado  a lo largo de los años, en un intento de encontrar, por caminos al margen de las convenciones sociales  e ideológicas dominantes, lo que todo el mundo anhela: algo de paz o bienestar.” 

El proceso creativo comenzó tras la disolución en 2015 de La Parade, grupo que lideraba. Se trasladó  de Granada a la Capital y comenzó un periodo de más de seis años de reclusión, estudio e investigación  que cristalizó en las canciones que ahora publica. Sergio nos cuenta que “la larga duración del proceso  ha tenido dos causas principales: una crisis creativa que me ha llevado a desechar en varias ocasiones  la producción entera del disco para volver a empezar, y una obsesión por el control del proceso que me  ha llevado a abarcar toda la producción, mezcla y masterización; etapas que en un principio pensaba  relegar en otras personas, pero cuyos aspectos técnicos fui aprendiendo con el tiempo.” 

El título del álbum está tomado de un verso del poeta místico San Juan de la Cruz, con el que Sergio  Nevado tiene un vínculo arraigado a la historia de su ciudad natal, La Carolina, de la cual es patrón.  Sergio Nevado aclara al respecto lo siguiente: “con la elección del título pretendo sugerir o invitar a la  interpretación mística de las letras.” La portada del disco muestra un dibujo de la artista Irene. 

El álbum está disponible en las principales plataformas digitales desde el viernes 11 de mayo.