Y así, como recién llegados de algún capítulo perdido de La Fuga de Logan, aterrizaron desde 2502, haciendo honor a empezar con el corte que abre los discos, como siempre, mejor que nunca. Tan energéticos como nos acostumbran, tan frenéticos, viaje de vértigo por su Montaña Rusa… hasta la Extenuación.
Dejando atrás Caramelos Envenedados, noches que nos atormentan, Las Serpientes que nos rodean, hacer las cosas bien, hacerlas mal, pero al final, echarnos de menos, preguntas contestadas…
En cambio otras veces somos un mero Espectador, quizás noches en blanco, quizás noches en vela, drogados los corazones por algo, por alguien, sin saber por que, ni nada ni nadie, solo estar ahí, miradas idas pero fijadas en ti, en el pequeño, en la vida nueva, pese a que a veces Estemos de Ocasión por estos lares.
Mas Suerte recibimos en otras ocasiones, la necesaria para conocernos mejor, susurrarnos y limar detalles, para seguir adelante y no mirar atrás, pues todo avanza y no nos deja subsanar los malos pasos. Hambrientos de perdón, lo siento. Porque sin saber como o cuando, Autodestructivos somos, nos convertimos en animales y da igual que de pequeños aprendamos, pues de mayores no ocurre N.A.D.A.
Desfallecidos sobre el asiento algunas veces todos nos sentimos Antiyo, perdidos de alguna manera en este mundo, pero capaces de atravesar muros y acercarnos a aquello que anhelamos. Pero en ese momento apareces tu en nuestro Rincón Exquisito, en ese en el que somos invencibles, en el que te grito Muérdeme, en el que somos uno, los tres, todo ternura.
Relatos complicados de cambios y, aunque estemos agotados, tu tú tienes algo, tu tú tienes alma, no estamos Lobotomizados, somos capaces de superar La Barrera Sensorial tranquilamente, no somos turistas ni queremos saludar, solo nosotros.
Debemos estar preparados por Si Todo Se Oxida, por si la energía se consume sin más, noches letales, sin reinicios que valgan. Aquella habitación, aquél mensaje. Como sería todo esto sin ellos, ver un final y no querer que acabe jamás. Rodamos y rodamos como si se repitiera otra vez, como uno de esos momentos en los que nos damos cuenta que ya hemos vivido ese momento. Pero al final es como si el sol se apagara.
Aunque sabemos que la luz que nos abriga y nos protege sigue ahí. Second sigue ahí. Cada vez más y mejor. Viva Second. Larga vida al rey!!!