Como todos los fines de semana, casi sin excepción, Granada ayer era un hervidero de música. En todas las salas, todos los estilos. Para los que vivimos aquí, lo habitual, para los que vienen a visitar la ciudad, uno de sus mayores atractivos, además de la Alhambra por supuesto. Y, a los pies de la Alhambra, en pleno Realejo, Sala Prince ofrecía ayer un concierto de rock con menú degustación para pasar por las variadas formas en que podemos escucharlo.
El formato, The Haçienda GRX que está trayendo a Granada nuevas posibilidades y experiencias, desde las sesiones Djs interrumpidas para dar paso a grupos en directo, hasta el más clásico, pero no menos apetecible, formato de mini festival, con tres bandas en un cartel que siempre incluye grupos locales. Una apuesta fuerte por lo nuestro que agradece el público de la ciudad y, por supuesto, los grupos.
Ayer, los encargados de abrir la noche fueron los granadinos Sarajevo84, con su ep “Carry On”, que ya han paseado por varias salas locales y foráneas con muy buena aceptación por parte de público y prensa. Con un sonido que ha ampliado sus propias fronteras en su último trabajo y, a pesar de que siguen siendo un grupo de rock alternativo que da gran protagonismo a sus guitarras, coquetean en este álbum con sonidos más pegadizos, acercándose al indie pop en su vertiente más rockera.
Destacan en el grupo, tanto la fuerza y la voz de Andrés Martínez (voz y guitarra, como la elegancia al bajo de Débora G. Izquierdo (Penny) y la destreza a las seis cuerdas de Óscar Romera (guitarra solista), sin olvidarnos de que el compás siempre lo marca Iván García desde atrás dándole al grupo el empaque necesario para sonar tan redondos como lo hicieron anoche en Sala Prince.
El grupo, que va mejorando concierto a concierto, pasó el testigo directamente a los también granadinos Sölar que, ayer, estrenaban formación y cantaban, por primera vez, en español, tras haber publicado sus anteriores trabajos en inglés. En esta nueva etapa, se incorporan a la batería Alessandro Manca (Yetiblack) y Víctor Alonso (Vita Insomne) a la guitarra, junto a Ricardo Vázquez al bajo y el vocalista, guitarra y fundador de la banda Pepe Travé.
La banda mostró empaque y solidez a pesar de ser su concierto debut y haber completado la formación hace apenas un mes. Está claro que las tablas de acumulan individualmente cada uno de sus miembros, han servido para compactar en tiempo récord un proyecto que planea volver próximamente al estudio de grabación, adelantándonos ayer su tema “LOCO”, que formará parte de esa nueva entrega. Ambos grupos demostraron que en Granada el rock saca músculo, está en plena forma y puede salir a pecho descubierto a demostrar que, sí, que realmente somos “ciudad del rock”, gracias a los grupos que mantienen viva esa llama.
Los que no han adelantado planes de entrar a grabar por ahora son los cabezas de cartel, Sexy Zebras, que ayer llegaron para poner literalmente patas arriba la Sala Prince y salieron provocando y exaltando a un público que, desde el primer tema, ya estaba dando saltos con ellos. Su último disco (sobra decir que es “La P*lla”) ha supuesto una vuelta de tuerca, más árida musicalmente que su anterior álbum “Somos los putos Sexy Zebras”.
En plena gira de cierre, los de Hortaleza desafiaron al frío granadino haciéndose pedazos sobre (y bajo) el escenario junto a un público que se despoja de las camisetas para compartir sudor en los pogos y cantar con ellos sus temas más conocidos, como “Caníbales”, “Salvajes”, “La máquina”, “Búfalo blanco” o la imprescindible “Hijo de puta”, que pone al público a saltar sin descanso.
Algo más de hora y media de repertorio y unos generosos bises con los que completaron veintitrés temas de auténtica locura colectiva para despedir un tour que, al igual que ellos y su disco, ha sido “La polla”.