El segundo disco de Sala & the Strange Sounds confirman la internacionalidad de su música así como la versatilidad de recursos a la hora de plasmarlos en canciones.
Como si de un hashtag se tratara, #fotomatic, tiene mucho que ver con la tecnología y con el efecto que esta va ejerciendo sobre nosotros. Así, casi en un suspiro nos encontramos con la homónima canción que abre el disco, pegadiza y de ritmo adictivo, con take it más punk e inmediata y con la western song this old town llena de energía y con una sección de bajo más que notable.
En Shout vuelvo a sentir ese ritmo que me posee y me pone a bailar con una mezcla de aire clásico de swing-rock y a la vez un soplo de aire fresco, difícil de describir. Un estribillo repetitivo ayuda a contagiarte del espíritu de esta canción, no diré más.
Áspera y explícita se nos muestra I get fucked y en Rock & roll nos vuelven a asaltar inmejorables sensaciones de rock and roll con estilo y cadencia. Echamos el freno en Still on my mind para un mejor disfrute vocal para cerrar con una divertida Kali Ali a ritmo de Ukelele que parece concebida para cantarse sobre la arena de una preciosa playa.
Un fantástico segundo disco que reafirma a la banda tras su éxito con Yes Sir I can boogie y que, al menos yo, estoy deseando disfrutar en directo.