Como si de un formato de serie televisiva se tratara (estilo Prison Break o Perdidos) la apuesta musical de este grupo de Barcelona se mueve entre unos parámetros modernos de rock.
Recordando a formaciones como U2 o Coldplay el caso es que el disco queda bastante homogéneo y de alguna forma sí se asemeja a esa sensación televisiva que desde la portada con una imagen de carta de ajuste se quiere transmitir.
Los ambientes y escenarios que se suceden parecen estar relacionados unos con otros, incluso siendo distintos, y además denota esa sensación de viajar de atrás a adelante y viceversa, como en espiral que tan de moda está en el propio formato televisivo y que Sacred consigue a través de cambios de ritmos inesperados e interesantes.
En otras ocasiones la música de Sacred consigue tornarse algo más compleja y densa si bien la parafernalia que viste las canciones es justa y hasta diría que prescindible como si en cualquier momento pudieran sonar igual de atrapadoras en acústico.
Por destacar melódicamente señalaría "Satellites" o "Helen" aunque ningún episodio en solitario tendría el mismo sabor ni significado que en este conjunto que devuelve el concepto de disco a una posición coherente y premeditada.