Las tendencias modernas que según va pasando el tiempo ya no lo son tanto y se van convirtiendo en estilo por sí mismas nos lleva a grupos como Rusos Blancos y discos como Sí a todo que sin ser ni mucho menos descuidados sonar poderosamente a pop chispeante y contemporáneo.
Los títulos ya son indicativos de esa tendencia, explícitos y anunciadores de los posteriores clichés que la canción pondrá en desarrollo. Tampoco hay que pasar por alto el diseño del disco con aires retro en el libreto anterior y una sugerente imagen en la que los juegos bajo la mesa se vuelven protagonistas.
Las canciones en sí presentan una magnífica arquitectura y letras con numerosos referentes luminosos y las sensaciones que acompañan a un día soleado o a un día de lluvia. Por otro lado es un disco de detalles, desde los coros de Supermodelo a los guiños electrónicos de temas como Tus padres, tu novio, tú y yo (que pudieran firmarla Love of Lesbian) pasando por un tamiz cómico que no pasa desapercibido.
La pretendida delicadeza adolescente de Gorka o Cabano o el deseo hecho canción y confesado de Carrera de lesbianas son sólo algunos ejemplos de un disco que, así, de golpe, encajaría en un buen puñado de festivales actuales.