La formación de Tarragona sacan un primer disco donde derrochan frescura a base de punk y dosis de ska que ya desde la primera escucha te pone en órbita. No apto para despistados.
Si se presentan con el primer corte, Ruido Sospechoso, ya en el segundo ponen sobre la mesa que en su temática no son ajenos a la crítica social. Es por ello que La última danza (donde además colabora Dema de Talco) nos invitan a que se escuche nuestra voz frente a las desigualdades e injusticias. Incorporan además en este tema una parte de reggae y un sonido de bajo que la hacen realmente notable.
Interesante también la reflexión de Generación del 27 y más crítica, esta vez expuesto de forma cruda en Instinto Animal con riffs de guitarras y coros que agudizan el mensaje del tema.
Acelerado broche con su particular visión de Fuga de cerebros mostrando que son un grupo capaz de afrontar la actualidad desde una perspectiva reivindicativa y con aparente espontánea actitud.