Dos buenos grupos de rock se juntaron ayer en Madrid, en la mítica sala Sol. Y ambas bandas se unieron por un nexo común: Sara Iñiguez, bilbaina de nacimiento, afincada ultimamente en Madrid, y merodeadora habitual de muchas y buenas bandas (M-Clan, Fito, Marea, Extremoduro…)
Primero atacó el escenario Rubia, el proyecto en solitario de Sara, que estuvo muy bien acompañada por Gabriel Marijuán a los parches, Matías Eisen al bajo y Manolo Cauchola y Matías Sorokin a las guitarras, encargándose Sara de la acústica y de los teclados. Destacar que tanto Cauchola como Sorokin se mostraron muy sueltos con las 6 cuerdas y muy entonados en los coros, mostrando una banda muy conjuntada. Sonaron realmente potentes.
Rubia debutó hace unos años con el disco “Número 1 ya a la venta”, obteniendo cierta repercusión en público y medios, sonando en radiofórmulas y llegando a tocar en dos ocasiones en Chile.
El concierto de ayer les sirvió para ir mostrando nuevo material y probarlo en directo. El sonido de los nuevos temas sigue en la onda mostrada en su debut: rock con aires setenteros, muy a la americana, con cierto deje country. Un sonido amable reforzado por la voz aniñada de Sara.
Poco a poco Rubia fue desgranando los nuevos temas, muy arropados por un público muy cálido y muy musical. Por allí andaba Rubén de Pereza, Ramón Arroyo de Secretos, Santi Campos de Amigos Imaginarios…se nota que esta chica ha sabido ganarse la confianza de muy buenos músicos.
De los temas que tocaron destacaron varios: “Despertar”, con unos teclados que recordaban a los Doors, “Nada que decir”, cuya letra es una declaración de principios vitales en estos malos tiempos (para lo lírico y lo prosáico), “De verdad”, con unas guitarras muy potentes y “Tous le jours”, que se aproxima más al pop inglés, con un estribillo muy pegadizo.
Tras mostrar la mayor parte del nuevo repertorio de Rubia, Sara se quedó en escena para que la acompañasen los One Hit Wonders, una “superbanda” de versiones formada por Xoel López (alma mater de Deluxe), Leyva (guitarra y voz de Pereza) y Juan de Dios (guitarra de Deluxe). Cuando músicos de este calibre se juntan para divertirse y hacer versiones, el resultado está claro: conciertazo. Con el “perezoso” a la batería, Xoel cantando y dandole a la electrica, Juande con el bajo y Sara también a la voz, fueron desgranando versiones de clásicos de los sesenta y los setenta. Por allí pasaron Dylan, Sonny and Cher, Jannis Joplin o Johny Cash. Pero de todas las canciones que ofrecieron, sin duda destacó una enérgica versión del “We can work it out” de los Beatles que fusionaron con “I want you back” de los Jackson 5, con Xoel y Juan de Dios en plan estelar. Nunca los de Liverpool sonaron tan funky.
Para el fin de fiesta Sara volvió a “decolorarse”, y, acompañada de Carlos Tarque y de Josu García, productor este último de su disco, cantó “Seré una gran estrella”, versión de los Jayhawks, y una de las pocas referencias que hizo a su primera obra. Una buena adaptación que gana muchos enteros con Tarque, uno de los mejores cantantes de rock de aquí, “un tío que canta con los cojones”, como dice Miguel Leyva, quien a su vez se encargó de cerrar el concierto, esta vez guitarra en mano, con “Grupi”, canción que Sara ha escrito en alusión a uno de los cortes del último disco de Pereza, con el que la bilbaina no está muy conforme. Pero todo de buen rollo.
Con la ya comentada “Nada que decir” Rubia cerró un buen concierto con sabor a rock del clásico.